Ante todo, Diego Blázquez aconsejó a los entrenadores en proceso de formación ver el baloncesto desde otro punto de vista, cambiar la mirada: "Normalmente el entrenador ha jugado antes, raras veces se produce el paso de no haber jugado nunca a hacerse entrenador, pero en todos los casos el entrenador debe cambiar su forma de ver el baloncesto. Antes lo veía para animar a su equipo, ahora para aprender. Hay que dejar de ver el baloncesto como un mero espectador, hay que entender lo que pasa en el juego, fijarse en los jugadores y sus gestos". Con una puntualización: "Los jugadores son nuestros mejores ejemplos, pero jugando, porque entrenar no es lo mismo que jugar". Y remató con una pregunta: "Muchas veces decimos que un jugador es muy bueno, pero ¿qué hace para serlo?".
Para aprender de los mejores, el técnico aconsejó recurrir al vídeo, en YouTube y en otras redes sociales, a "partidos que podemos pausar y seguir viendo". También dominar la terminología en inglés, "porque el baloncesto se juega y se entrena en inglés". ¿Y en qué fijarnos? Diego Blázquez apuntó al footwork (trabajo de pies), las fintas corporales, el aprovechamiento y creación de espacios, y, por supuesto, las finalizaciones, "cómo se consigue el objetivo final, la canasta".
A partir de ahí comenzó un recorrido por numerosas acciones, recursos muy utilizados en el baloncesto actual, aunque con algunas referencias a jugadores míticos como Michael Jordan. En los vídeos, Diego Blázquez mostró cambios de mano por la espalda, por delante, entre las piernas, recursos como la pérdida de paso o el eurostep... siempre analizando cada gesto. Porque, como aconsejó a los asistentes, "debéis ser analíticos, críticos, disfrutar de los partidos, pero después volvera ver las jugadas y analizar cómo reparten los pesos, cómo ponen los pies y cómo consiguen las ventajas".