A. R. / DPTO. DE COMUNICACIÓN FBM

Comenzaba Enrique Redondo formulando una pregunta a los alumnos de la Escuela de Entrenadores: "¿Aprovecha el entrenador el tiempo de entrenamiento?" En su opinión, algunas circunstancias se convierten en 'ladronas del tiempo', como que un jugador llegue tarde a la sesión, que se ausente para ir a beber agua, etc... Habló de la preparación, del comienzo del entrenamiento, de los cambios de ejercicios, de las conversaciones, de las reuniones y correcciones y de la forma de entrenar.

Un entrenador debe controlar el ritmo del partido conociendo cómo empezar, cómo seguir y cómo finalizar (calentamiento, 1x1, 2x2, ejercicios grupales, 5x5, etc...). El uso de la voz de una manera adecuada cambia totalmente un entrenamiento. La sesión será más eficiente cuando un entrenador tiene una actitud positiva permanente, prepara bien la sesión, tiene el reto de mejorar los objetivos, un nivel de energía suficiente, puntualidad y el material preparado. Es importante activar a los jugadores con estrategias físicas como utilizar la respiración, estrategias mentales con frases del tipo "venga, cálmate", "tranquilo, está todo controlado", etc... Y también realizar ciertas rutinas al inicio de la sesión, ejercicios ya conocidos para construir sobre ellos y acortar el tiempo de activación de los jugadores.

Más tarde llegó otra pregunta: "¿Cuántos ejercicios meterías en un entrenamiento intenso de fundamentos para alevines?" El técnico afirmó que en unos 45 minutos de duración son necesarios y suficientes unos cuatro o cinco ejercicios. También es importante hablar a los jugadores al mismo nivel físico y de lenguaje. Necesitan descansos e ir a beber agua, pero ateniendo a una coherencia, un timing específico, control y orden.

Elegir a la hora de corregir un aspecto u otro también hará ahorrar tiempo, ya que todo no se puede rectificar. El entrenador deberá tener en cuenta que en el partido aparece lo que ha permitido y que es necesario reforzar algunas situaciones de manera específica.