Federación de Baloncesto de Madrid

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ENTRENADORES - Otras actividades

"Deberíamos conocernos más"



Entrenadores y árbitros. Dos mundos distintos, muchas veces opuestos, en ocasiones hasta enfrentados, pero complementarios. Los II Coloquios FBM reunieron a técnicos y colegiados bajo el lema 'El respeto en la cancha como parte del juego'. Rafael ...

II Coloquios FBMEntrenadores y árbitros. Dos mundos distintos, muchas veces opuestos, en ocasiones hasta enfrentados, pero complementarios. Los II Coloquios FBM reunieron a técnicos y colegiados bajo el lema 'El respeto en la cancha como parte del juego'. Rafael Fernández, presidente del Colegio de Árbitros de la Federación de Baloncesto de Madrid; Álvaro Muelas, psicopedagogo y árbitro; Piluca Guil, responsable del básquet femenino en el Espacio Torrelodones, y José Antonio Sánchez, director técnico del Eurocolegio Casvi, analizaron las relaciones entre los dos colectivos.



 

El acto, que fue moderado por Ramón Márquez Moreno, comenzó con la intervención de Rafael Fernández, quien, ya desde el minuto inicial, ofreció toda una declaración de intenciones al asegurar que "el árbitro es una parte más del juego, pero hay un desconocimiento de nuestra actividad y debemos acercar nuestra figura al mundo del baloncesto". Y entró en detalles: "Por ejemplo, si trabajamos bien, también ascendemos. El árbitro es un deportista más que tiene que hacerlo bien para seguir progresando". Además del nivel técnico y físico, que el Colegio comprueba con pruebas periódicas, el presidente del Colegio de Árbitros de la Federación de Baloncesto de Madrid concedió una especial importancia "a la actitud del árbitro y el comportamiento con su entorno".


Rafael Fernández desveló su intención de acercar la figura del árbitro al resto del baloncesto.

Rafael Fernández comentó que, por regla general, se conoce a un colegiado que empieza "porque habla poco y escucha poco, pero no porque sea distante sino porque todavía no tiene la confianza necesaria. Eso se va corrigiendo. Al árbitro se le puede hablar aunque ante cualquier falta de respeto debe ser inflexible".

El máximo responsable de los árbitros insistió en calificar como "muy importante" la actitud del colegiado. "El árbitro es un deportista más que debe hacerlo bien para progresar" "Ahora tenemos un número de árbitros suficiente como para suspender al que se comporta de forma incorrecta. Debes tener una base práctica y técnica, pero si no tienes el chip de árbitro no puedes pitar. Todos son embajadores del colectivo arbitral y una mala actitud hace muchísimo daño a todos los demás".  Desde el otro lado de la mesa, José Antonio Sánchez coincidió con Rafael Fernández al poner "el comportamiento por delante del rendimiento porque, igual que pasa con un jugador, si alguien tiene una mala actitud lo que da por un lado te lo quita por otro".


Álvaro Muelas, Ramón Márquez y Piluca Guil, en un momento del coloquio.

El coloquio no se redujo a la intervención de los ponentes sino que tuvo una gran participación de los asistentes, entre quienes se encontraban técnicos de distintas categorías, desde nacionales hasta formación, como Miguel Ángel Aranzábal (Real Canoe, Liga EBA), Soledad Merino (Bodybell Arganda, Primera Nacional femenina) o Mario Cataluña (Real Canoe, Junior Preferente femenino) entre otros. Todos los asistentes ofrecieron su experiencia desde los banquillos, el arbitraje -en algunos casos doble: árbitros con el título superior de entrenador-, la mesa de anotación, la grada o incluso como padres de jugadores y árbitros.


Álvaro Muelas, durante su intervención en el debate.

Por su parte, Piluca Guil prestó una especial atención al baloncesto de formación. Y en esas categorías entra en juego la -a veces escasa- experiencia de todos. No solo de los jugadores que empiezan sino también de  los técnicos y los colegiados. "Es importante que los equipos de formación, los más pequeños, estén entrenados por gente con experiencia. Eso ayuda a la formación del jugador, a inculcar la sensación de respeto, y favorece la relación entrenador-árbitro porque los árbitros jóvenes también necesitan el apoyo de los técnicos".

Desde su larga carrera como jugadora y en los banquillos, Piluca Guil lanzó al aire una propuesta: "Hay que invitar a los entrenadores a pitar partidos o entrenamientos. Aunque lleves toda la vida en el baloncesto, no es nada fácil. Una vez que lo has intentado ves la figura del árbitro de otra manera". Algo que secundó Rafael Fernández: "Que todos experimenten la sensación de ponerse un silbato".

El debate se animó definitivamente con Álvaro Muelas quien, en una apasionada intervención, planteó una pregunta clave: "¿Cómo se ve a un árbitro?". Muelas, colegiado con una amplia experiencia en categorías nacionales y psicopedagogo, "Que todos experimenten la sensación de pitar un partido" planteó el debate desde una perspectiva más psicológica reduciendo el conflicto a cada persona: "Como me decían mis abuelos, trata a la gente como te gustaría que te trataran a ti. Desde el nacimiento hay que formar el respeto a las personas y la confianza en los demás. Como ser humano, todo el mundo se puede equivocar, pero igual que un jugador o un entrenador no sale a la cancha a hacerlo mal, un árbitro tampoco".


Las aportaciones de los asistentes,
como Sasha Stratijev, animaron el debate.

Las numerosas aportaciones de los asistentes, desde diferentes puntos de vista, permitieron nuevas conclusiones, como el papel del colegiado en la formación de los jugadores ("si a un niño le pitas pasos o tres segundos cinco veces seguidas, aprende que hace algo mal y lo puede corregir"); la empatía ("no se puede estar señalando continuamente a alguien"), y la influencia del entorno en el deporte de base ("al niño le influyen el entrenador, el padre, el público, el club, el árbitro. todo, porque el baloncesto es un colectivo"). Soledad Merino fue muy contundente al asegurar que "el papel más difícil es el del árbitro. Sin ellos no habría baloncesto o, al menos, no sería posible la competición. Algunos se equivocan y otros aciertan, igual que sucede con los entrenadores o con los jugadores".

De la comunicación entre entrenadores y árbitros se pasó a la normativa, que experimenta cambios cada temporada. Rafael Fernández insistió en que la figura del árbitro se acerque a los clubes y, después de que algunos asistentes reconocieran su desconocimiento de ciertos detalles del reglamento, ofreció la posibilidad de que el Colegio de Árbitros de la FBM organice charlas explicativas al principio de cada temporada para todos aquellos clubs que lo soliciten.


Una vista de sala donde se celebraron los II Coloquios FBM.

El debate se alargó más allá del horario previsto debido a la aparición sobre la marcha de numerosos temas complementarios pero también importantes, como la autocrítica de unos y otros, o las malas experiencias y roces anteriores a un partido. Rafael Fernández fue tajante: "Todos los partidos se empiezan de cero. Si no lo haces, eres un mal árbitro". Ya cerca del final, Miguel Ángel Aranzábal, uno de los entrenadores con más experiencia del baloncesto madrileño, brindó una de las principales conclusiones del coloquio: "Al final todo se reduce a la persona. Por eso todos deberíamos conocernos más, algo que existía antes, cuando éramos menos".


Todos los protagonistas: José Antonio Sánchez, Álvaro Muelas,
Ramón Márquez, Piluca Guil y Rafael Fernández.

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