Manejo de balón, arrancadas, pase, tiro... Juego con balón y sin él. El II Laboratorio Monográfico, organizado por la Federación de Baloncesto de Madrid con la colaboración del Instituto Madrileño del Deporte (IMDER), estuvo dedicado a los fundamentos individuales del alero. Juan Fandiño, profesor de la Escuela de Entrenadores de la FBM, ofreció ante alrededor de 150 técnicos y futuros entrenadores de base las claves para formar a un buen jugador exterior.
Fandiño comenzó su charla con los consejos generales para enseñar baloncesto, al margen del puesto en que se juega y de la categoría en que se compita: "Lo más importante no es lo que haces sino cómo lo haces, la intensidad que imprimes a los entrenamientos, y que los ejercicios sean sencillos de explicar y de entender". Y todo ello con una atención especial al detalle y siempre enfocado al momento decisivo, el del partido: "Hay que hacer pensar a los jugadores, convencerlos de que todo eso vale para algo, darles las herramientas para que ellos las utilicen en función de las circunstancias de cada partido".
las instalaciones del Canal de Isabel II fueron el escenario de la charla.
El técnico dividió su charla sobre el alero en dos partes: jugar sin balón y con él. Para estar preparado antes de recibir el balón, el jugador exterior debe trabajar bien el juego de pies y saber buscar los espacios para atacar al defensor. Con la ayuda de jugadores junior del Eurocolegio Casvi, que plasmaron sobre la cancha las explicaciones del profesor, Fandiño mostó ejercicios de 1x0, 2x0 y 3x0, cada vez con más líneas de pase. Incluso de 4x0 y 5x0, porque "cuantos más jugadores, más opciones".
El trabajo del alero con balón centró la mayor parte de la sesión, con explicaciones específicas sobre distintos aspectos como el bote, el pase, las arrancadas y el tiro. Ante todo, el jugador de baloncesto, y sobre todo el exterior, debe tener "un buen manejo del balón". Por eso, se mostraron distintos ejercicios de bote de distinta intensidad y dificultad. El objetivo último está claro: "Que el balón se convierta en una extensión del brazo".
Después, llegó la hora del pase. Quizá el aspecto más importante de la técnica individual: "Trabajar el pase es fundamental. Se distingue a un buen jugador de baloncesto porque sabe dar un pase certero en cualquier circunstancia". De pecho, por arriba, por la espalda, abiertos... Sobre la cancha de Canal se realizaron distintos ejercicios, algunos tan lúdicos que parecían juegos, para perfeccionar la visión periférica, teniendo en cuenta que "el 80 por ciento de los pases que se dan en un partido son laterales".
Las arrancadas también tuvieron su hueco. Salidas y cambios de ritmo con cada una de las manos, cruzadas y laterales, de reverso... En este caso, Fandiño hizo especial hincapié en la posición correcta para conseguir la arrancada más eficaz y más rápida posible, los movimientos adecuados para alcanzar las dos claves: "el equilibrio y la velocidad". Todo ello sin olvidar las fintas de tiro o con el cuerpo, un engaño que debe ser "creíble y lo más correcto posible para conseguir un cambio de ritmo explosivo".
El último capítulo de la charla estuvo dedicado al tiro. Los jugadores del Casvi realizaron ensayos desde la derecha y desde la izquierda, simulando situaciones de juego real, algo que el técnico aconsejó practicar "durante 5 ó 7 minutos todos los días". Un aspecto que , por lo que se pudo ver, es mucho más que levantarse y tirar: "Hay que prever la recepción del balón y saber leer por donde va a ir la defensa".
En definitiva, hora y media de intensa charla, indispensable para los entrenadores de formación y aconsejable también para los más experimentados. Un laboratorio de fundamentos individuales para, con tiempo y trabajo, convertir a un jugador de baloncesto en el alero perfecto.
Juan Fandiño corrige una posición durante el ejercicio para perfeccionar el bote.