Parecen dos figuras secundarias en la formación deportiva, pero son imprescindibles. Los padres y los preparadores físicos (los populares 'prepas') centraron las IX Charlas Magistrales para entrenadores en formación, que se celebraron el domingo 24 de junio en la Ciudad Deportiva Valdelasfuentes de Alcobendas. "Sin padres no hay baloncesto", sentenció Alfonso Morgado. "Que los chicos lleguen felices a los entrenamientos y se marchen felices", dijo Javier Cerón, 'Quirino'.
Alfonso Morgado, entrenador superior y profesor de la Escuela de Entrenadores de la Federación de Baloncesto de madrid, abrió las IX Charlas Magistrales con una conferencia titulada 'La armonía en una cancha de juego', que tuvo como protagonistas a los padres: su relación con los jugadores (sus hijos e hijas), los entrenadores, el club, los árbitros y todo lo que rodea el mundo del baloncesto.
Morgado resumió en hora y media los posibles conflictos (interferencias, exceso de críticas, sobreprotección...) y las soluciones. La primera, una charla a comienzos de temporada entre responsables técnicos y padres para marcar objetivos, intereses comunes e incluso definir unas normas de comportamiento, que se resumirían en:
- Favorecer la participación deportiva de los niños.
- Ayudar y asesorar (no obligar) a sus hijos e hijas.
- Ayudar a la elección del deporte adecuado para cada niño.
- Mostrar interés por las actividades deportivas.
- Ayudar a que los niños practiquen deporte de una manera saludable.
- Participar en las actividades del club.
Morgado utilizó grabaciones y escenas de películas (como la recomendable En busca de Bobby Fischer), para hablar del exceso de presión sobre los chavales y la necesidad de compaginar la práctica deportiva con los estudios: "Si el niño no estudia, no se le debe quitar del deporte como castigo. La práctica deportiva también es educación y le va a ayudar en el futuro. Por ejemplo, con un deporte de equipo, el niño se vuelve mucho más sociable", señaló. Y siempre destacando el papel de los progenitores: "Igual que sin árbitros no hay partidos, sin padres no hay jugadores y, por tanto, no hay baloncesto". La charla se completó con consejos y sugerencias de nombres del deporte, como Chema Buceta ("procure divertirse viendo los partidos de su hijo") y ajenos a él, como el juez Emilio Calatayud ("no sea un mal ejemplo para sus hijos").
El salón de actos de la Ciudad Deportiva Valdelasfuentes, durante la primera conferencia.
La conferencia de Javier Cerón, Quirino, se titulaba 'La preparación física en formación', y tuvo más de lo segundo que de lo primero. Quirino, actualmente responsable de la preparación física en la cantera del Rivas Ecópolis, destacó el papel formativo de los 'prepas' en el trabajo diario. No solo en el aspecto físico, también en el psicológico, como demostró con una frase del exjugador y entrenador de balonmano Xesco Espar: "Lo importante no es solo lo que conseguimos sino la persona en quien nos convertimos mientras intentamos conseguirlo". Como señaló Quirino, "eso es formación y educación, y a eso también nos dedicamos nosotros".
Javier Cerón, Quilino, se centró en la formación a todos los niveles.
Los miedos de la competición, a afrontar la responsabilidad en los momentos decisivos, también salieron a la palestra, reflejados en las palabras del escritor Francesc Miralles: "El miedo a equivocarnos nos lleva a no tomar decisiones. Mejor que decidan otros, así no me equivoco..." Y para acabar, un nombre cien por cien baloncesto, el mítico Phil Jackson: "En el baloncesto, como en la vida, la verdadera felicidad viene de estar presente en cada momento y no solo cuando las cosas van como quieres. La victoria es dulce, pero no hace que la vida vaya a ser más fácil la temporada que viene o incluso al día siguiente".
Tras la formación integral, llegó la puramente física. Quirino habló de su experiencia esta temporada con el junior del Rivas Ecópolis campeón de Madrid y tercero en el Campeonato de España, "donde se juegan siete partidos en siete días". Desde su amplia trayectoria de más de tres décadas ligado al baloncesto, aconsejó la planificación a largo plazo, sin obsesionarse por los resultados inmediatos "ni exprimir a los jugadores antes de tiempo". El principal objetivo del día a día es que "los niños lleguen felices a los entrenamientos y se marchen felices", sobre todo en canasta pequeña, "que es la etapa más gratificante para el entrenador". Ya plenamente centrado en la preparación física, la última parte de la charla sirvió para desarrollar conceptos como las fases sensibles, la resistencia, la fuerza, la velocidad y la flexibilidad.
Quirino explica el trabajo de fuerza: de lo general a lo específico.