"A Roberto Dueñas lo descubrieron en una parada de autobús". Esta conocida anécdota del baloncesto español apareció en el IX Coloquio FBM, titulado 'Criterios de evaluación de jugadores para su ingreso en las selecciones FBM'. ¿La conclusión? Que todos los jugadores son potencialmente seleccionables, los que juegan en los grandes clubs y los que lo hacen en colegios pequeños. El coloquio tuvo más temas, como la convivencia del trabajo técnico en la selección y los clubs, o el eterno debate entre formar y competir.

 

 

Ramón Márquez moderó un coloquio que contó con la participación de más de cuarenta técnicos de formación llegados desde distintos puntos de la Comunidad de Madrid y hasta de Castilla-La Mancha. Un intercambio de experiencias que, como en todos los debates, tuvo voces a favor y otras discordantes. Para empezar, un argumento recurrente. "En benjamín y alevín se llama a muchísimos jugadores con un abanico muy amplio de clubs y colegios, pero a partir de infantil los grandes clubs se encargan de hacer la selección fichando a los mejores", dijeron varios de los asistentes.

 

Sin embargo, eso no descarta a los demás. "Ningún jugador está excluido. Si tenéis uno que destaca, hablad con la Federación", propuso Ramón Márquez a los entrenadores de un colegio no federado porque "muchas veces encontramos jugadores donde menos lo esperamos". Como ejemplo, Dueñas, o Amaya Valdemoro, que procedía del atletismo. Y es que más que la procedencia influye "el potencial, la progresión y también la actitud de los jugadores".

 

Entre los que acudieron al coloquio, técnicos del clubs como el Fuenlabrada y el Estudiantes; de colegios como La Salle, San Viator, Agustiniano y Nuestra Señora del Pilar; entrenadores con experiencia en los combinados madrileños, e incluso jugadoras seleccionadas en categorías de base. Desde todos los puntos de vista se analizó la experiencia de los chicos y chicas al formar parte de las preselecciones o selecciones madrileñas, la colaboración entre la Federación y los clubs, y las posibles diferencias del trabajo técnico y físico entre ambos.

 

Cada entrenador tiene su método, pero esas diferencias son aún mayores fuera de la Comunidad de Madrid. Un técnico procedente de Castilla-La Mancha, seguidor habitual de las selecciones madrileñas, reconoció que "ese seguimiento me aporta mucho como entrenador, aunque el sistema de trabajo es muy diferente. En Madrid se buscan los jugadores y se ven muchos. Nosotros, en Castilla-La Mancha, vemos pocos en poco tiempo. Hay listas abiertas. Viene quien quiere y a partir de ahí hacemos la selección". Distintos métodos, distintas perspectivas, pero un objetivo común: encontrar a los jóvenes talentos y colaborar a su formación.