Algunos de los asistentes, jóvenes técnicos de base, desconocían su nombre. A la mayoría no les sonaba su cara aunque la han visto decenas de veces por la tele. Pero siempre a la sombra de alguien. De Pepu, Ettore Messina o Pablo Laso. Jota Cuspinera, ayudante de Laso en el Real Madrid de ACB, fue el protagonista de los X Coloquios FBM para hablar del segundo entrenador, una figura alejada de los focos pero necesaria en cualquier equipo y esencial en los de élite.

"¿Quién da la charla? Jota Cuspinera. ¿Quién? El segundo de Laso en el Real Madrid de ACB. ¡En serio! ¿Y quién es, el del traje? No, el otro..."

La anécdota sucedió al comienzo del debate. Después, el moderador, Ramón Márquez (el del traje), enumeró el currículo de José Ramón, Jota, Cuspinera: ayudante de Pepu Hernández en el Estudiantes y en la selección absoluta, segundo de Ettore Messina y Pablo Laso en el Real Madrid, y una amplia experiencia en categorías de formación tanto en equipos como en selecciones. Por ejemplo, dirigió a los cadetes campeones de Europa en 2006, el año del estallido de Ricky Rubio (51 puntos y 24 rebotes en la final).

Solo para describir el trabajo de segundo entrenador, Cuspinera se extendió durante más de diez minutos. Porque ese trabajo siempre depende del primero, del 'jefe'. "Ettore Messina, que venía con su ayudante de toda la vida, Lele (Emanuele) Molin, quería mi opinión sincera de todo lo que hacían, que no me callara, que fuera el Pepito Grillo..." Algo difícil, porque "Ettore era, y es, un gran maestro. Una figura que te impone y, al principio, dar tu opinión no es fácil. Hay que atreverse a romper esa barrera y hacerlo siempre a través de razonamientos, con un porqué". El segundo entrenador no solo localiza el problema, debe acostumbrarse a pensar, a proponer las soluciones. Y hacerlo rápido: "Tengo que aprender como piensa él, qué es lo que quiere, e inmediatamente razonar yo. Ettore me decía: Quiero soluciones, no que me digas lo que está ocurriendo; eso ya lo veo".

Con Messina, que llegaba por primera vez a España, el trabajo se extendió fuera de la cancha. "A ayudarle a conocer el baloncesto nacional, cómo son los árbitros, los jugadores del equipo rival, directores deportivos, directivos... Y también a conocer Madrid o incluso acompañarle al Ikea... Porque el hecho de ayudar a un entrenador no es solo baloncesto".

De Messina a Pablo Laso, que también llegó a Madrid con su hombre de confianza, Hugo López. "Sigo siendo el Pepito Grillo, la voz distinta..." La diferencia está en la persona: "Son distintos. Ni mejores ni peores. Ettore siempre estaba con el porqué y Pablo te escucha". Sobre la marcha surgieron los contrastes entre la Euroliga y la ACB. "Son formas de jugar distintas. En la Euroliga todos son equipos de altísimo nivel, con un patrones de juego similares". Y es que una de las funciones más importantes del ayudante es el seguimiento y análisis de los rivales: "Todo entrenador de alto nivel, sea el primero o el segundo, es un scouter. Ve partidos, analiza al equipo rival y plantea qué va a hacer. El scouting siempre está ahí, antes, durante y después de los partidos". Un triple scouting para buscar, mediante el intercambio de información entre los técnicos, todas las posibles soluciones.

El control del segundo entrenador también es exhaustivo en los entrenamientos. Debe controlar posibles lesiones, descansos, emparejamientos en la cancha, imprevistos de última hora... "¿Cómo se engrana todo eso? Depende del primer entrenador. Como ayudante nunca rehuyo el conflicto, le digo al entrenador cosas que él no quiere oír, pero siempre hay que elegir el momento adecuado para hacerlo".

La relación diaria no es solo con los demás técnicos, también con los jugadores. Por eso en el coloquio se habló de gestión de grupos, de motivación, empatía y de algo tan de moda como el coaching. Ante todo hay que conocer a los jugadores y sus motivaciones. "La grada solo ve un partido, no ve nada más. No conoce la vida de los jugadores y alguno, en un momento dado, puede tener problemas personales". Por eso propuso a los técnicos que llenaban la sala: "Hablad con los jugadores de algo más que baloncesto". Todo influye y puede servir para mejorar: vídeos motivacionales o incluso cuentos, como Cuspinera utilizó en la selección cadete campeona de Europa influido por la lectura de Canastas sagradas, de Phil Jackson.

Jota reconoció que su trabajo como segundo entrenador es un aprendizaje: "Mi vocación es ser entrenador, aunque también hay entrenadores que tienen vocación de ayudante y prefieren estar siempre en segundo plano, como Lele Molin o Ángel Goñi, que ha rechazado muchas veces ser primer entrenador". En cualquier caso, es "un trabajo sin horario ni días libres. Tenemos que ver partidos, hacer informes... Podemos tenemos horas libres, pero nunca días". Más aún con las selecciones, cuando "el scouting se multiplica porque no conoces a muchos jugadores, aunque también es verdad que en ese caso lo táctico es menor porque las selecciones tienen menos sistemas que los equipos".

En el debate salieron anécdotas de estrellas como Pau Gasol, y numerosos aspectos, como el trato con los jugadores y los árbitros, el entorno, la presión de la prensa ("nuestro nombre nunca sale, siempre estamos parapetados detrás del primer entrenador") o incluso las posibles 'sugerencias' de los directivos. ¿La solución? "Lo que me dijo una vez Pepu: Haz siempre lo que creas que debes hacer, porque si aceptas lo que te ha dicho el directivo y pierdes, ese mismo directivo será el que venga después a echarte".