En los XIV Coloquios FBM, organizados por la Escuela de Entrenadores de la Federación de Baloncesto de Madrid, se habló de lesiones deportivas; de tratamiento, recuperación y, sobre todo, de prevención. Lo hizo Pablo Gasque, que fue contundente al calificar la lesión como "un fracaso de todos"; entre otros, de los entrenadores, que tienen armas para prevenirlas, como conocer bien a sus jugadores, diseñar entrenamientos específicos o fomentar los buenos hábitos de trabajo y alimentación.

El coloquio trataba sobre tratamiento de lesiones y su recuperación, pero, sobre todo, Pablo Gasque habló de prevención. Gasque, médico deportivo con una larga trayectoria y profesor de fisiología, lo justificó así: "La lesión es un fracaso de todos, entre otros vuestra". Y se explicó: "Hay fracasos que no se pueden evitar, pero nunca se evita lo que no piensas que va a ocurrir".

Ante la pregunta ¿es la lesión parte del juego?, recurrió a un estudio sobre otro deporte, el fútbol, con conclusiones sorprendentes: "Lo hicieron en la Premier, y salía un ratio de accidentabilidad tres veces mayor que en la construcción. Menos fallecimientos, pero muchos más accidentes". Por eso, la prioridad es intentar evitarlos. Y si no se consigue, si hay una lesión, lo primero es un diagnóstico correcto. "Sin un diagnóstico no podemos iniciar el tratamiento, que empieza en el mismo momento que se produce la lesión. Todo lo que hagamos hay que hacerlo con cierto criterio". Para ello, Gasque considera fundamental el equipo: "Cualquiera que colabore en el proceso de prevención-diagnóstico-tratamiento-readaptación debe ser bienvenido". Siempre, claro está, con la debida formación, que, el caso del entrenador, es especialmente importante, ya que está al frente de ese equipo o, en otras ocasiones, solo.

Pablo Gasque habló de medicina con un lenguaje cercano y accesible a todos.

El ponente rompió moldes al decir que "el baloncesto no se juega con las manos, se juega con la cabeza. Si un niño se lesiona y está con muletas, no tiene porqué irse a su casa. Puede ver el entrenamiento, aprender conceptos tácticos, anotar para captar acciones..." En caso de lesión, recomendó "hacer solo lo que se sabe hacer y, si la lesión es grave, activar el sistema de emergencia con la máxima rapidez". Para ello hay que tener preparado un hipotético plan de emergencia. Gasque también habló de las diferencias de trabajar con niños y con adultos. "El niño es un organismo en crecimiento, que en algunos momentos es especialmente sensible a la lesión". Y, general, tanto para los mayores como para los pequeños, "contar las lesiones y analizar sus causas; en definitiva, conocer a los jugadores".

Gasque captó enseguida la atención de los asistentes, y eso se confirmó en una batería de dudas y preguntas, empezando por la lesión más común en el baloncesto, el esguince de tobillo. Aquí también se alejó de los tópicos y del eterno debate entre los tipos de calzado, bota o zapatilla: "Lo que no haga tu cuerpo no lo va a hacer nadie. Una buena elección del calzado es un elemento más, pero lo más preventivo es un entrenamiento propioceptivo, específico para evitar esguinces o lesiones de rodilla". El trabajo de la fuerza también es importante. "En la NBA mandas un fideo y te devuelven un armario", bromeó. Eso sí, en los niños ese trabajo se reduce a potenciar la coordinación neuro-muscular, "coordinación, cabeza y que trabajen todas las fibras musculares. Nada más". Y, sobre todo, buenos hábitos, "porque el pie no puede bailar en la zapatilla". Gasque aconsejó entrenar las acciones del juego, como saltar a por un rebote, o aprender caer antes de forzar más el tobillo, mediante ejercicios con planos inestables.

Un momento de la charla, que se celebró en la sede de la FBM.

De los problemas de tobillo a los de rodilla, algunos provocados por el crecimiento de los chavales, como la enfermedad de Osgood-Schlatter. En ese caso, conviene dejar de lado las acciones explosivas y entrenar otras, como la técnica de tiro. Porque siempre se puede aprovechar el tiempo. "La lesión es una oportunidad para hacer lo que no te da tiempo a hacer en la rutina diaria de trabajo. Por ejemplo, un niño enyesado no tiene ningún problema para asimilar sistemas, aunque no pueda ejercitarlos", insistió.

"Las lesiones se puede prevenir desde cualquier edad", dijo Pablo Gasque, y lo hizo desde su propia experiencia: "He visto traumatismos craneoencefálicos muy graves porque niños pequeños querían entrar a matar. Igual que en un equipo hay normas para otras cosas, eso debería estar prohibido". Por todo ello insistió en que "si se hace bien, el entrenamiento es uno de los principales elementos preventivos, aunque el principal es conocer al niño". De ahí la responsabilidad del entrenador como máximo responsable del grupo.

También surgió el trabajo de la resistencia de los niños, "que siempre se debe hacer desde el juego", y los plazos de recuperación de las lesiones más comunes: "La mayoría de los esguinces son leves y se curan en siete días o menos. Otra cosa son las luxaciones de tobillo sin fractura, que son muy difíciles y siempre llevan asociadas una lesión de ligamentos".

Cuando esa lesión de trata, llega la hora de fortalecer los ligamentos. "Hay que devolver la coordinación o, en un lenguaje más técnico, la propiocepción. El cerebro manda información a las articulaciones de manera automática, pero después de una lesión coges un vicio. Siempre hay que volver a trabajar la coordinación". Por ejemplo, reproduciendo poco a poco situaciones de partido en un ambientes controlados.

En la charla salieron más temas, como el uso del frío o del contraste frío-calor, las bebidas isotónicas, las populares agujetas ("que, en realidad, son una microrotura fibrilar") o los estiramientos. "Más que estirar sin más, en los calentamientos hay que insertar elementos que después van a suceder en el partido", aconsejó. También hay cosas que hacer después de los partidos: "Entonces lo imprescindible es descansar, pero también hay que hidratarse o recuperar energía con hidratos de carbono de rápida absorción como la fruta. En el vestuario no debe faltar agua ni fruta". Porque otra de las (muchas) misiones del entrenador es enseñar a comer fruta y verdura a los niños. "A vosotros os hacen más caso que a los padres", dijo Gasque.

Y de lo específico a lo más básico. Volviendo al tema principal del debate, ante una lesión Pablo Gasque aconsejó "calma, mucha calma. Es mejor pararse a ver qué ha pasado y tener cinco segundos de lucidez que volverse loco".