La importancia del pase como fundamento individual clave en la formación quedó clara en la primera actividad de la Escuela de Entrenadores de la FBM en la nueva temporada, el VIII Laboratorio Monográfico, dedicado al 'Passing Game'. El Laboratorio se realizó en el pabellón Distrito Centro de Alcobendas con la colaboración del Ayuntamiento de la localidad y el club Valcude, y Gabriel Álvaro ofreció una completa conferencia con un objetivo final: "Crear jugadores inteligentes".
Gabriel Álvaro describrió el Passing Game (o Pasar y Jugar) como "un juego por conceptos especialmente importante en jugadores jóvenes". Una herramienta imprescindible de técnica individual porque mientras se ejercita el pase se aprenden conceptos tácticos, como el reconocimiento de los espacios y la posibilidad de que los jugadores lean e interpreten todas las situaciones del juego. Por ejemplo, cómo atacar cualquier defensa, incluidas las zonales. Gabriel Álvaro empezó por lo sencillo y propuso a los jóvenes jugadores del Valcude que le ayudaron en la conferencia "pasar y que después suceda algo". Y solo con esas sencillas instrucciones, los chavales entraron en tensión y, casi sin darse cuenta, empezaron a trabajar la ocupación de espacios.
Gabriel Álvaro contó con la ayuda de jugadores del Valcude.
Enseguida llegó el siguiente paso: la comunicación verbal ("acostumbrarse a hablar"), y la visual ("a veces, con un guiño es suficiente"). A partir de ahí, los ejercicios se complicaron poco a poco, y los jugadores empezaron a mirar a la canasta. Primero, un 2x0 con entradas a canasta; después, 3x0... La culminación final de las acciones estaba en manos de los jugadores, porque, como dijo Gabriel Álvaro, "el entrenador solo dicta las normas, no participa en las decisiones de los jugadores". La intensidad fue a más con situaciones de transición ida y vuelta, con consejos intercalados. Por ejemplo, Gabriel Álvaro recomendó no utilizar demasiado en formación el mano a mano y, en cambio, sí trabajar un concepto fundamental, la puerta atrás.
De las situaciones exteriores se pasó a las interiores, con balones al poste bajo y el poste alto. Y es que el juego de pases se adapta a todas las situaciones. En ataque, su objetivo es "favorecer la ocupación de espacios y crear confusión en la defensa", porque la defensa contraria también ayuda a que los jugadores aprendan a resolver situaciones difíciles. "El juego no debe pararse frente a una reacción inesperada, como pueden ser los problemas que plantea una buena defensa. El jugador debe tener recursos para continuar".
Del 3x3 se pasó a un 4x0 y de ahí al 4x4, ya una situación muy parecida a un partido. Incluso se ensayó el ataque contra una defensa en zona. Gabriel Álvaro repasó los tres conceptos esenciales: el reconomiento de espacios, la comunicación, y la lectura del juego y toma de decisiones. Pero, ante todo, recomendó el trabajo constante, porque "el Passing Game no es un juego cerrado, sino un juego por conceptos. Hay que desgranarlo mucho, con técnica y táctica individual, ejercicios de 2x2, de 1x1, trabajo sin balón, distintas normas...". Trabajo y más trabajo para "formar jugadores inteligentes, que tengan el máximo conocimiento de las herramientas del baloncesto y sean capaces de tomar decisiones".
En la conferencia se ensayaron distintas situaciones de juego.