Ante la adversidad, hay que crecerse. A grandes rasgos, este fue el mensaje de Gabriel Álvaro en el XI Laboratorio Monográfico destinado a la defensa en situaciones de inferioridad. En el pabellón Pedro Ferrándiz y con ayuda de jugadores junior del CB Alcobendas, el técnico planteó situaciones de 2x1, 3x2 o 4x3, siempre desde el punto de vista defensivo. Cuando dos atacantes se plantan delante de un defensor, no todo está perdido, aunque para evitar la canasta, o al menos complicarla, hay que destinar horas de trabajo a aspectos como las fintas defensivas y la comunicación. Un proceso oscuro pero necesario, porque "los equipos crecen desde la defensa"
Gabriel Álvaro comenzó su elogio del trabajo defensivo con dos ejemplos. Primero se remontó al año 1985 cuando, en el pabellón del Real Canoe, el lituano Sarunas Marciulonis (entonces en la mítica selección de la URSS) entrenaba en solitario frente a un atacante imaginario. Después, a 2003, a los inicios de Ricky Rubio, otro experto defensor que también se empleaba a fondo sin un atacante enfrente. Casi veinte años de diferencia y la misma imagen, porque para conseguir un buen defensor el trabajo es vital, en especial el de las fintas defensivas.
Gabriel Álvaro da instrucciones en un momento de la charla.
Enseguida lo puso en práctica sobre la pista del Pedro Ferrándiz con ejercicios de 2x1. A priori, una situación fácil para los atacantes, la más clara después de 1x0, pero en la que aparecen las primeras claves. Como el orden de lo que hay que defender: primero el aro, después el balón y, por último, el jugador. Inamovible. La prioridad también está clara: "No conceder canastas fáciles". Por eso, que el rival, en franca superioridad, tenga que recurrir a un triple para anotar es un triunfo para la defensa, aunque el balón entre. Hay pautas fijas, pero también otras variables, flexibles. "Todo depende de las características de cada jugador. Hay que saber qué arriesgamos con cada uno", señalo.
Junto a la importancia de las fintas defensivas y la consigna de no permitir canastas fáciles, Gabriel Álvaro destacó la importancia de la comunicación entre los defensores. Lo demostró en situaciones de 3x2, primero en un aro y después en los dos, a toda pista. Entre medias, consejos, como contener la agresividad defensiva en situaciones de inferioridad. "Hay que atacar para recuperar el balón, pero siendo consciente de nuestras limitaciones. No hay que lanzarse a la aventura". Las pautas conviven con la motivación, necesaria en un trabajo sacrificado y menos reconocido desde la grada que una acción de ataque. "Hay que motivar al jugador ante acciones colectivas que son positivas para el equipo", aconsejó.
Numerosos entrenadores en proceso de formación acudieron al pbellón Pedro Ferrándiz.
Poco a poco, surgieron más aspectos clave, como la distribución especial y la capacidad de reacción. "Después de meter canasta, hay que ponerse rápido a defender. Un jugador en defensa nunca deja de estar activo, nunca se relaja". Aunque la charla se centraba en la defensa, también miró desde el otro lado: "Los atacantes tienen que aprovechar su superioridad en el menor tiempo posible antes de que la defensa vuelva a ajustarse". Sobre la pista, los jugadores trabajaron numerosas situaciones. En igualdad, como el 1x1 ("¡aquí sí hay que atacar el balón!") o en inferioridad: 4x3, 5x3 e incluso un dinámico ejercicio 'de números' que trabajaba desde el 2x0 hasta el 3x2. "Una buena defensa es un reconocimiento colectivo enorme, y desde la defensa los equipos crecen", sentenció Gabriel Álvaro antes de insistir en los tres conceptos clave de la charla: el trabajo de fintas defensivas, la comunicación y no conceder nunca canastas fáciles.
Los jugadores junior del CB Alcobendas se emplearon a fondo.