Ilusión, pasión, respeto, aprendizaje, liderazgo, energía... y muchas palabras más que surgieron sobre la marcha. La IV edición de los Debates FBM, dirigidos a entrenadores en proceso de formación, llevaba como título 'Responsabilidades y obligaciones de un entrenador de minibasket'. La charla, dirigida por Nacho García, se convirtió enseguida en un repaso de las cualidades que debe tener un buen técnico de categorías de base, empezando por la pasión, por entrenar cada día y por conseguir que los niños aprendan al mismo tiempo que se divierten.

Precisamente, Nacho García (técnico con una amplia experiencia en categorías de formación y actual primer entrenador del Grupo EM Leganés de LF2) abrió el debate con esa apuesta por la diversión: "La forma más fácil de ganarse al niño es conseguir que se divierta". Por eso, la primera palabra, ilusión, englobaba a los dos, al entrenador y al niño. Según Nacho García, en edades tempranas los entrenamientos deben ser juegos, diseñados para que los más pequeños se inicien en el deporte casi sin darse cuenta.

El debate se celebró en la sede de la FBM.

El técnico intercaló anécdotas personales y de su trayectoria en esa relación de cualidades. De la ilusión se pasó a la pasión ("si algún día dejo de sentirla, me iré"), al respeto y al aprendizaje... Un aprendizaje en doble aspecto, el del jugador y del entrenador. "Hay que escuchar a la gente hablar de baloncesto donde sea, en charlas, en clínics, a través de internet o en entrenamientos de otros equipos, pero en este caso no para copiar ejercicios sino para ver qué corrigen, cómo y por qué". Para todo ello hace falta dedicar tiempo, un bien muchas veces escaso. "Hay que sacarlo de donde se pueda", apuntó.

Nacho García terminó el repaso inicial con el liderazgo y la energía. Liderazgo "del bueno", que se gana ayudando a los jugadores, a todos, a los buenos y a los menos buenos. Y energía, la que hay que reservar, sea como sea el día, para el entrenamiento, el momento clave.

A partir de ahí, llegaron las aportaciones de los asistentes con más palabras clave y sus explicaciones. Primero, el compromiso, con los jugadores, el equipo y el club. "No se puede estar en un sitio donde no hay un compromiso bidireccional", dijo Nacho García. Después, la confianza y, en este caso, el técnico apuntó directamente a su ayudante en el Grupo EM Leganés, Javier Portela, "que para mí es el mejor". También surgió la originalidad, para huir de la monotonía y buscar cada día un trabajo diferente. "Que los niños no sepan lo que les espera al llegar al entrenamiento". No solo los niños. En este sentido, Nacho García recordó que con su equipo senior nunca suele repetir el mismo cinco inicial. Esa innovación en el trabajo diario requiere un esfuerzo para preparar las sesiones e incluso invertir tiempo en planificar a grandes rasgos toda la temporada.

La empatía también es "fundamental. Si un jugador tiene un mal día no hace falta saber exactamente qué le ha pasado pero sí que le pasa algo". Y, mirando hacia dentro, la autocrítica; los reproches de uno mismo y las opiniones de los demás, aceptar las críticas como un elemento más del deporte. Dentro de esos valores también está la amistad y el papel del entrenador para fomentarla entre los miembros del equipo, el compañerismo "siempre bien entendido", el afán de superación y la paciencia. Términos, completados por Nacho García con ejemplos y experiencias, que cerraron un debate intenso, ameno y concreto.