El VII Debate FBM, celebrado el lunes 29 de diciembre en la sede de la FBM, estuvo basado en las palabras. En muchas palabras. Las necesarias para el crecimiento del entrenador dentro del club, como apuntaba el título del debate. Se habló del tiempo, el esfuerzo, la responsabilidad, la paciencia, la creatividad o el compromiso, entre muchas otras, pero, sobre todo, de ilusión, "el motor sin el que no estaríamos aquí", como dijo Nacho García.

Nacho García lanzó el guante proponiendo el primer factor esencial en el trabajo del entrenador de baloncesto, el tiempo. "Hay que dedicarle mucho tiempo -dijo el técnico- lo que supone pagar peajes porque significa renunciar a muchas cosas". ¿A cambio? "Todo lo que invirtáis en el baloncesto os lo va a devolver con creces". A partir de ahí, le tocó el turno a los asistentes, entrenadores en proceso de formación, que construyeron el cuerpo del debate con sus propuestas y explicaciones. Una de ellas fue la creatividad, la capacidad de innovar, porque, según Nacho García, "no hace falta conocer 2.000 ejercicios sino tener mucha imaginación porque de uno solo pueden surgir variantes para trabajar todos los fundamentos durante una temporada". Eso sí, nada de ciencia infusa. "Es importante ir a entrenamientos, no solo para ver ejercicios nuevos sino también las correcciones de otros entrenadores, qué corrijen y cómo".

El esfuerzo, en el día a día y en diversos aspectos, la cooperación o el crecimiento personal y del club centraron los siguientes minutos del debate. "No hay nada peor que el conformismo", sentenció Nacho García, quien lanzó un mensaje: "Si un club tiene buenos entrenadores, crecerá más rápido que otro que no lo tenga porque los buenos técnicos traen muchos jugadores y de la cantidad sale la calidad". Otro factor, aún mayor, para el crecimiento de los clubs es el impacto mediático que supone los éxitos de las selecciones absolutas (en especial, de la masculina), pero cuando ese tirón no llega, los técnicos tienen que tirar de argumentos como la iniciativa o la insistencia. "El no solo vale cuando lo dicen vuestros padres", bromeó.

En la charla surgieron reclamaciones al aire, como disponer de más canchas en la calle de libre acceso para fomentar la afición al baloncesto, y, al hilo de ellas, experiencias personales: "Antes, todos jugábamos en canchas descubiertas. Solo los más afortunados lo hacían en un pabellón". La palabra compromiso fue una de las más valoradas por Nacho García. "Compromiso con el club, con tus compañeros, con tus ideas y, sobre todo, con los niños, porque el entrenador es su modelo", apuntó. Pero la palma se la llevó la ilusión, "que es el motor y lo que nunca se debe perder porque la ilusión por lo que haces se transmite y se contagia".

Otro aspecto clave en el trabajo de los entrenadores de base es la diversión. "El aprendizaje es una consecuencia de la diversión", señaló Nacho García, que aconsejó que los niños aprendan mediante el juego "pero a la vez se den cuenta de que están aprendiendo", y apostó por la diversión y la formación en detrimento de la competición y el resultado. En los últimos minutos del debate surgieron más conceptos, como la autoformación, el respeto, la responsabilidad, la implicación con el entorno ("sin olvidar que no somos psicólogos ni pedagogos, solo entrenadores") y la paciencia. "El respeto no se gana con gritos sino por lo que se enseña y por cómo se enseña", remató el técnico.

En el debate participaron entrenadores en proceso de formación.