'El club estructurado como un equipo. Cocinar a fuego lento'. En la XXI Charla Magistral, organizada por la Escuela de Entrenadores de la FBM en la Ciudad Deportiva Valdelasfuentes de Alcobendas, Cristino Menor trazó las líneas que unen al club con el equipo y con el jugador, y resaltó el papel del entrenador como lazo de unión entre ellas, además de como formador de jugadores dentro de esa estructura. Durante más de hora y media de charla ante decenas de técnicos en proceso de formación, el director deportivo del club Estudiantes de Lugo apostó por marcar objetivos individuales aparte de los colectivos, y por no quemar etapas antes de tiempo.

Cristino Menor marcó las pautas de la charla desde el principio: "Cuando llegamos a un club, debemos pensar en cómo nos situamos dentro de él y en cómo se monta un equipo en ese club". En esa relación club-equipo-jugador, el entrenador tiene un papel esencial en todos los aspectos, pero sobre todo siendo consciente de que "formamos jugadores dentro de un equipo".

A partir de ahí, surgieron una serie de conceptos clave, empezando por la filosofía de un club. El ponente invitó a los asistentes a participar con varias preguntas clave: "¿Vuestro club tiene una filosofía?, ¿estáis de acuerdo con ella?, ¿cuánto tiempo se tarda en construirla?..." Esa filosofía de club tiene como consecuencia unos objetivos, que casi siempre son colectivos, pero también deben ser individuales. "Lo más importante, aunque también lo más difícil, es marcar objetivos para cada jugador, y saber combinar esos objetivos individuales con los colectivos". Otro concepto clave en el trabajo diario del entrenador es la independencia. "Ser independiente es la única forma de avanzar. Nunca trabajes en un proyecto en el no estás de acuerdo", sentenció, antes de poner el foco en los jugadores con una pregunta recurrente: "¿Debemos tratar a todos por igual?". En su opinión, la respuesta tiene matices: "El trabajo es individual, pero la exigencia debe ser la misma para todos".

El auditorio de la Ciudad Deportiva Valdelasfuentes, en Alcobendas, fue el escenario de la Charla Magistral.

Cristino Menor rompió tópicos al aconsejar los refuerzos no solo en los puntos débiles del jugador sino también en los fuertes: "Hay que potenciar la fortaleza, orientar a cada uno hacia lo que es bueno...", siempre teniendo en cuenta que, según dijo, un entrenador de baloncesto "tiene un 60 por ciento de Rafa Nadal y un 40 por ciento de Vicente del Bosque. En otras palabras, un 60 por ciento de trabajo individual y el resto colectivo". En ese día a día, el técnico gallego destacó la importancia del lenguaje, aconsejó el uso de la pizarra en minibasket, "no para enseñar sistemas ni tácticas, sino para mostrar el lenguaje del baloncesto", y, sobre todo, invitó al entrenador de formación a ser generoso: "Se trata de priorizar, de ayudar al jugador aunque a mí no me dé resultado. Igual que no le damos una calculadora a un niño de 6 años para que aprenda a sumar, no debemos darle recursos tácticos para ganar si no dominan antes otros". Una generosidad que resumió en una frase: "Tú no entrenas para mí, yo trabajo para ti".

Tras esa declaración de intenciones, el director deportivo del Estudiantes de Lugo analizó la evolución del jugaoor por categorías. Un crecimiento "a fuego lento", que comienza en minibasket (con el 1x1 y la posición de triple amenaza como algunas bases de la formación) y acaba en júnior o sub'21, cuando el jugador más capacitado se prepara para el salto al baloncesto profesional. La evolución durante todos esos años debe hacerse con cuidado, paso a paso, porque "ningún jugador debe llegar quemado a esa última etapa".

Por último, para cerrar la charla, Cristino Menor lanzó una advertencia a los futuros entrenadores: "Tende cuidado, porque los jugadores solo tienen un disco duro y el resultado de su carrera profesional es lo que los entrenadores metamos o dejemos de meter en él. Somos los responsables de desarrollar su talento y también de trasladarles la pasión y la cultura del esfuerzo".

Cristino Menor destacó la responsabilidad del entrenador dentro de un club.