La defensa de ayudas en todo campo centró el XVII Laboratorio Monográfico organizado el miércoles 21 de septiembre por la Escuela de Entrenadores de la FBM con la colaboración del Club Juventud Alcalá y el Ayuntamiento de Alcalá de Henares. Sobre la pista del histórico pabellón Fundación Montemadrid, y con la ayuda de jugadores cadetes del club complutense, Diego Blázquez planteó el desarrollo e implantación de este tipo de defensa en un equipo de base; un proceso lento (es necesario más de una temporada), que requiere mucho trabajo y el compromiso de todos, desde los jugadores hasta el club y su director técnico.
Dosier de la charla y esquemas de trabajo en el Aula del Entrenador
No todos los jugadores pueden entrenar esta defensa, que Diego Blázquez describió con su nombre inglés Run and Jump, el más adecuado porque saber correr es básico. "Pero el baloncesto no es atletismo -apuntó el técnico-. Hay cambios de dirección, de apoyo, de posturas...". Es imprescindible que los jugadores tengan conocimientos previos de numerosas facetas del juego. "¿Saben lo que es defender una línea de pase? ¿Conocen el triángulo defensivo? ¿Saben lo que es una puerta atrás? ¿Y evitarla?, ¿Hablan entre ellos?..." Con numerosas preguntas al aire, Diego Blázquez dejó clara la importancia de una correcta y completa formación técnica previa.
Diego Blázquez, con los jugadores cadetes del Juventud Alcalá, antes de empezar la charla.
A partir de ahí llegaron los ejercicios y las consignas. Una de las más importantes, que todos los desplazamientos sin balón se debe hacer sprintando. La defensa de ayudas en todo campo no concede pausa ni descansos. "Si el balón se mueve, todos los jugadores se mueven. Nadie está quieto", sentenció Diego Blázquez mientras los cadetes del Juventud Alcalá combinaban desplazamientos defensivos con sprints, primero sin balón y después con él.
El siguiente paso fue el trabajo de la defensa del balón, siempre pegado al atacante, con la mayor agresividad posible, y después llegaron los triángulos defensivos y la defensa de la línea de pase, ya con un 2x2 sobre la pista. Al contrario que en una defensa tradicional de ayudas, aquí no se espera a que el compañero sea rebasado, sino que "la ayuda lleva la iniciativa, hay que saltar antes de que la defensa sea superada". El objetivo final es robar el balón o que el contrario lo pierda; es decir, disfrutar de más posesiones durante el partido. Entre las consignas, Diego Blázquez señaló evitar la puerta atrás y negar el centro. Al enviar al atacante al lateral del campo, surge la posibilidad del trap en banda.
La sesión se celebró en el pabellón Fundación Montemadrid de Alcalá de Henares.
Con los primeros movimientos ya asimilados, Diego Blázquez pasó al 3x3 y, de ahí, al 4x4 en toda la pista, y con máxima intensidad. "Si se mueve el balón, se mueven todos los defensores", insistió. El esfuerzo es máximo, no solo el físico, sino también el mental, por "la cantidad de cosas que tienen que asimilar". Es necesaria la máxima concentración. Por eso, el técnico desaconsejó tajantemente dedicar sesiones enteras a este tipo de defensa y pidió tiempo: "Hace falta continuidad, que el club permita trabajar así durante más de una temporada". También resulta imprescindible que "los jugadores crean en esta defensa, que la trabajen mucho en los entrenamientos, porque es una defensa de equipo, en la que todos tienen que estar metidos".
Un centenar de entrenadores en proceso de formación acudieron a Alcalá.