La defensa en zona y cómo atacarla. Este fue el tema de la primera edición de los Cuadernos de Campo, actividad organizada por la Escuela de Entrenadores de la FBM el miércoles 15 de marzo en la sede central de la federación. José Luis Pichel ofreció un completo repaso de conceptos como el ataque de espacios o las rotaciones preestablecidas, armas para provocar las dudas entre los defensores. Recursos tácticos que dependen, eso sí, de la calidad individual de los jugadores. "Los fundamentos no solo son necesarios para atacar una zona sino para estar en la pista", sentenció Pichel.
Dossier del I Cuaderno de Campo: Ataque contra zona
Ante numerosos entrenadores en proceso de formación, Pichel abrió la charla con la definición de la defensa en zona: qué es, cómo es y por qué se hace. Y desglosó los aspectos en común y las diferencias entre una defensa zonal y otra individual. Entre los primeros, estan el uso de las manos, la comunicación o las rotaciones; entre las segundas, los espacios y las rotaciones preestablecidas.
La actividad tuvo lugar en la sede central de la FBM.
Lo más básico ante una zona es trabajar el ataque de espacios, Pichel dio tres claves: ver, actuar y generar. Lo primero es mirar la pista para identificar los espacios ocupados y los libres, la posición de los compañeros e incluso sus posibles movimientos. "En función de todo ello se toman decisiones", señaló el técnico, que destacó el ataque contra zona como una forma ideal de trabajar el IQ (la inteligencia en el juego). Con la decisión tomada llega el momento de actuar, de buscar los espacios libres o permanecer en el mismo, de cortar o botar. El objetivo es "que los atacantes provoquen dilemas a los defensores". Una vez conseguido que la defensa reaccione, queda generar el ataque, castigar esa reacción mediante rotaciones o colapsos con recursos como las fintas de pase.
Del ataque de espacios, Pichel pasó al, más avanzado, ataque de de rotaciones preestablecidas, con las sobrecargas (para conseguir una superioridad numérica en distintas zonas de la cancha), los ajustes y desajustes o los bloqueos como armas para combatir la zona. Un juego de espacios, comparable con el ajedrez, siempre con la intención de obligar al defensa a decidir. Los asistentes aportaron sus opiniones y distintas opciones, y su intervención aumentó cuando Pichel ilustró las explicaciones con vídeos de la NCAA; situaciones reales de partido, en los que se identificaban claramente las sobrecargas en un lado o en el fondo, o los ataques de espacios contra zonas 3-2 o 2-3.
Pichel explica un movimiento destinado a crear dudas entre los defensores.
¿Y en este repertorio de movimientos preestablecidos dónde quedan los fundamentos individuales de cada jugador? Para Pichel, es lo más importante, la base de todo, porque "si no los tienen, no es que no puedan atacar la zona, es que no pueden estar en la pista". En el caso concreto de un ataque contra zona, el técnico destacó el IQ, pero también el pase ("para llevar el balón donde quieres"), el tiro, la capacidad de dividir mediante el bote, el rebote o la finta. La importancia de estos fundamentos en el ataque también se reflejó en vídeos, e incluso Pichel recordó una frase reciente de Steve Kerr, entrenador de los Golden State Warriors: "Hemos perdido por los fundamentos, por lo hacer bien lo básico". Por eso, el técnico cerró la charla apostando por el desarrollo integral del jugador, por darles todas las herramientas (desde el manejo del balón hasta atacar un zona) para que alcancen su máximo rendimiento.
Los asistentes pudieron ver situaciones reales de partido.