"El pase: de lo básico a lo necesario". El título lo decía todo. El XIX Laboratorio Monográfico, organizado por la Escuela de Entrenadores de la FBM con la colaboración del CD Estudio, estuvo dedicadado a uno de los fundamentos más importantes del baloncesto, aunque no tan valorado como otros. Sobre la pista del pabellón Paco Hernández y con la ayuda de jugadores del Estudio, Diego Blázquez dio valor al pase desde el comienzo de la charla: "¿Por qué en los entrenamientos contamos los tiros y no los pases? Hay que contarlos porque tienen la misma importancia. A ver cómo metemos un triple si antes no hay un pase".

Diego Blázquez pasó a la acción enseguida, aumentando el papel del pase en ejercicios habituales en los entrenamientos, como las ruedas de tiro. En este caso, añadió un pase después de cada tiro, primero en estático y después en movimiento, invitando a los jugadores a buscar distintas maneras de pasar el balón (picado, por la espalda...) para aumentar así la batería de recursos técnicos.

La misma filosofía siguió el siguiente ejercicio, un 3x0 transformado en 2x1 mientras los que esperaban su turno aprovechaban el tiempo pasando el balón. También en un ejercicio de transición se trabajó el pase, con una mano y hacia el poste alto. Y es que la charla tuvo un objetivo claro ("Convertir el pase en una herramienta clave de cada ejercicio y en algo esencial del entrenamiento"), además de otros secundarios, como fomentar la creatividad del jugador: "Nunca le digas a un jugador que un pase no vale, pero sobre todo es importante entrenar los que están fuera del eje del cuerpo"

Un recurso válido para los entrenadores son los juegos. Diego Blázquez buscó la precisión con lanzamientos desde distintos ángulos hacia una seta situada en el suelo, o el timing intentando interceptar balones en el aire. Soluciones para trabajar aspectos importantes del pase como el timing y la fuerza. Pero, como dijo el técnico, "para que un jugador haga un pase tiene que haber otro que reciba y que cree espacios para hacerlo". Por eso la charla continuó con el trabajo de las líneas de pase, incluyendo defensores para dificultar la recepción, y con la forma de recibir el balón según la posición del rival.

Tras el timing o la recepción, llegó la percepción, acostumbar al tirador a moverse en función de lo que haga el pasador, de lo que sucede con el balón. Blázquez propuso ejercios de 2x0, con amagos de penetración más pase, siempre buscandos distintos tipos y líneas de pase. "No solo es importante la técnica del pase, también el timing y el espacio, porque lo principal es encontrar a alguien a quien pasar el balón. No hay pase si el receptor no se mueve, y debe saber moverse con criterio", insistió Diego Blázquez, que recomendó sacar tiempo para entrenar el pase en el calentamiento de cada entrenamiento o partido.

La charla se celebró en el pabellón Paco Hernández del colegio Estudio.