De los puestos clásicos (base, escolta, alero...) a un nuevo modelo sin posiciones tan definidas, al baloncesto que viene. José Luis Pichel avanzó el lunes 11, en la octava edición de los Cuadernos del Campo organizados por la Escuela de Entrenadores de la FBM, hacia donde nos llevan las tendencias actuales en el baloncesto de alto nivel. El comienzo de la charla, celebrada en la sede de la federación, no pudo ser más claro: "Las posiciones que aprendimos parece que ya han sido superadas, sobre todo en equipos de alto nivel. Estamos ante el principio de algo".

De entrada, Pichel lanzó una pregunta al aire: "¿Por qué existen determinadas posiciones si, al contrario del fútbol, en el baloncesto todos atacan y todos defienden?" Quizá porque hay jugadores que dominan mejor determinadas acciones del juego, por el reparto de roles o, simplemente (como alguno de los asistentes sugirió) porque fijar las posiciones era la solución más sencilla para los entrenadores. Sin embargo, la aparición de jugadores como Lebron James, capaces de hacer de todo, confirma que "estamos ante un nuevo modelo".

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Pichel hizo historia hablando de los pioneros, de jugadores que abrieron otros caminos en el esquema clásico. Como Andrés Jiménez, el primer tres alto del baloncesto español, o Jorge Garbajosa, prototipo del cuatro abierto. Pero la mayor revolución llega ahora, de la mano de técnicos como Brad Stevens (Celtics) y una nueva estructura de equipo formada, a grandes rasgos, por dos bases generadores de juego, dos aleros grandes y muy completos, y un pívot (o un tercer alero). ¿Cómo se ha llegado a esto? Con la ayuda de vídeos, el técnico destacó la influencia de acciones defensivas, en especial de la defensa del bloqueo directo y el Close Out (recuperación defensiva); de situaciones de Pick and Roll, que exigen exteriores más físicos, o de la ocupación de espacios.

José Luis Pichel utilizó vídeos para ilustrar los cambios en las posiciones de juego.

Todo ello ha hecho necesario que los jugadores de élite necesiten nuevas capacidades. En los generadores de juego, Pichel destacó como imprescindibles el dominio del 1x1 sin uso del Pick and Roll, saber jugar el Pick and Roll y disponer de un extraordinario tren inferior. El debate surgió enseguida: ¿Entrenar pronto el Pick and Roll significa descuidar el 1x1? En opinión de Pichel, no. "Es compatible. La mayoría de los jugadores buenos en el 1x1 juegan bien el Pick and Roll porque saben tomar decisiones. Va de la mano". En el caso de los aleros, el técnico resaltó la capacidad de tiro (con los pies en el suelo y el movimiento), el 1x1 con ventaja, el tamaño para limitar espacios o la versatilidad. Y en el de los pívots ("que por ahora aguantan"), el juego de espaldas y de cara,  que sean buenos pasadores, que sepan bloquear y continuar, o el rebote ofensivo.

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Eso sí, esta revolución, que puede ir a más con la presencia de tres o incluso cuatro generadores de juego a la vez en la pista, ha provocado que algunos aspectos del juego se minimicen. Entre ellos, el hábito de ir a por el rebote ofensivo, "aunque todavía quedan algunos pívots clásicos, como Felipe Reyes". La charla terminó con el impacto de este nuevo modelo en la formación. "Hay niños que son bases vocaciones, eso se nota -dijo Pichel-, pero hay muchos aspectos que se deben entrenar porque estos niños van a jugar el baloncesto del futuro y tienen que estar preparados para ello".

La octava edición de los Cuadernos de Campo se celebró en la sede de la FBM.

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