¿Qué hacer con un jugador que comienza a practicar baloncesto con 16 o 17 años? Con los que llegan desde otros deportes, con hábitos añadidos, formados físicamente pero no técnicamente. ¿Cómo enseñarles los principales fundamentos de la técnica individual? Daniel Corona respondió a estas preguntas el martes 3 de abril, en la XX edición de la Sesión Monográfica, actividad organizada por la Escuela de Entrenadores de la FBM en colaboración con el CB Arganda.
Apuntes de la XX Sesión Monográfica
La charla, en la que Corona contó con la colaboración de jugadores del club local, se dividió en dos partes. En la primera, el técnico trazó normas de trabajo innegociables y, por debajo de estas, un decálogo para el día a día. En la segunda mostró una serie de ejercicios dividida en cuatro bloques (pases y entradas a canasta, defensa y rebote, tiro, y bote y cambios de ritmo) flexibles y que se pueden adaptar con mínimas variaciones a cualquier nivel y edad.
Da igual que el jugador tenga experiencia o no, que sea mini o cadete, Corona marcó unas normas de trabajo que no se pueden romper: llegar corriendo en cuanto el entrenador te llama, sin perder el tiempo; balones al suelo cuanto hay una explicación, y "cuando alguien habla, siempre hay que escuchar. Da igual quien sea". Por debajo de estas normas, hay un decálogo de trabajo también destinado a exprimir al máximo el tiempo de entrenamiento, como tener el mayor tiempo posible el balón en las manos, que las explicaciones sean concisas (no más de dos minutos), poner al jugador en situaciones de partido, trabajar varios fundamentos a la vez, competir, y combinar la exigencia con la diversión.
Daniel Corona ofreció soluciones sencillas destinadas a jugadores que empiezan.
La parte teórica terminó con cuatro pilares básicos de los entrenamientos: el método, el momento, el ritmo y la corrección. "¿En qué marcha queremos que se desarrolle el entrenamiento? Hay que acostumbrarles a trabajar en un ritmo alto para que mejoren cuanto antes", apuntó el técnico antes de pasar a la acción sobre la pista del pabellón Virgen del Carmen con los ejercicios de pase y entrada a canasta. Aquí aplicó todo lo explicado anteriormente: instrucciones sencillas ("el balón es un dardo y tu mano la diana") y rotaciones complejas para acostumbrar al jugador a automatizar los movimientos y buscar soluciones por su cuenta. La competición también estuvo presente en situaciones de 2x2 otorgando puntos según lo conseguido.
En el trabajo defensivo, Corona aconsejó "mirar al pecho del rival, la única parte del cuerpo con la que no te puede engañar", evitar que los pies choquen entre sí y utilizar una sencilla regla de reloj para cambiar la posición de los brazos según se defiende más cerca del aro. En el rebote, el principal objetivo fue ganar espacio antes del tiro, sacar ventaja lo antes posible. Esas normas sencillas, adaptadas a jugadores con conocimientos básicos, se repitieron en el trabajo del tiro (donde adaptó juegos callejeros como el K.O. y la bombilla) o el bote y el cambio de ritmo. "El balón se toca, no se golpea", dijo en el primer caso. "Antes de cambiar de ritmo, hay que crear el espacio y atacarlo", explicó en el segundo.
Daniel Corona, con los jugadores del CB Arganda que le ayudaron en la sesión.
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