Percepción, decisión y ejecución. Estos son los tres pasos de cualquier acción. No solo en el baloncesto sino también en la vida cotidiana. Guillermo Hernández se centró en la primera, la percepción, en la XXXII edición de las Charlas Magistrales, organizada por la Escuela de Entrenadores de la FBM en colaboración con el club Valcude y el Ayuntamiento de Alcobendas.

De entrada, Guillermo Hernández huyó de los dogmas. "Cada uno tenemos nuestro baloncesto, nuestra visión del baloncesto, esta solo mi visión", apuntó nada más empezar. Y recurrió a una entrevista reciente a Pau Gasol. "¿Qué haces mejor ahora que antes? Entender el juego y aprovechar las ventajas que pueda obtener". La experiencia mejora una lectura del juego que tiene como objetivo obtener ventajas y minimizar las desventajas.

Al principio de todo el proceso está la percepción, pero "no basta solo con ver, hay que entender lo que se se ve", señaló Hernández, que abogó por enseñar a disfrutar desde las edades más tempranas de aspectos como el juego sin balón o el trabajo defensivo, menos atractivos para los más pequeños pero igual de importantes en un partido. La percepción "no solo depende de lo que ven mis ojos, sino también de una experiencia previa o de un trabajo específico". En este aspecto, uno de los objetivos de los entrenadores debe ser que los jugadores "vean lo que pasa en el campo lo antes posible". Una mala percepción conduce a malas decisiones, pero una correcta percepción no implica buenas decisiones... y sin una buena ejecución todo lo anterior no sirve de nada. Conclusión: en el proceso de una acción todo está encadenado y es igual de importante.

La charla se celebró en la Ciudad Deportiva Valdelasfuentes de Alcobendas.

Guillermo Hernández puso ejemplos de deportistas conocidos por todos, como Carolina Marín o Pep Guardiola, para demostrar que los mejores "ven más cosas y antes que los demás". Es decir, tienen más visión del juego. La percepción puede ser visual (espacios, persona, objetos...), de otros aspectos como el tiempo y el marcador, y del juego propiamente dicho, como las ventajas/desventajas o el estilo del equipo. Hernández enumeró los errores de percepción más comunes y los distintos tipos de ventajas (física, numérica, técnica..).

En el baloncesto de formación los entrenadores deben conseguir que los jugadores sean capaces de identificar y valorar las situaciones de ventaja/desventaja. Para ello Guillermo Hernández propuso ejercicios que "pongan todos sus sentidos en alerta" y analizó dos situaciones de ventaja muy comunes. Todo desde la perspectiva del entrenador de base. Por eso destacó la importancia de los fundamentos, como botar sin mirar el balón, y de los hábitos correctos, como estar flexionado para reaccionar cuanto antes. Se trata de "conseguir el mejor jugador posible, que tenga lectura de juego, vea las ventajas y las valore".

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