Federación de Baloncesto de Madrid

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ENTRENADORES - Otras actividades

Libro de juego: de mini a júnior



De los juegos para hacer que los niños se diviertan y se enganchen al baloncesto a los sistemas más elaborados.... El libro de juego de un entrenador debe crecer con él, con su experiencia. En el marco de la XXVIII Sesión Monográfica organizada por la Escuela de Entrenadores de la FBM en colaboración con el CB Alcobendas y el Ayuntamiento de Alcobendas, Raúl Barrera puso el foco en esta herramienta que marca el camino del técnico hacia su objetivo.

Entrenador con un amplio bagaje en categorías de formación, historiador del baloncesto y actual responsable del Museo FEB, Raúl Barrera abrió la charla con una reflexión: "Benjamín y Alevín, las categorías de minibasket, son las difíciles de entrenar por varias razones; entre otras porque ponemos a entrenadores sin experiencia con jugadores sin experiencia...". Una de las herramientas del técnico de formación es crear un libro de juego para recoger tanto los objetivos generales del club como los del equipo. "¿Qué queremos hacer con nuestros chicos y chicas, y cómo hacerlo?", resumió.
 
El ponente empezó por la base, por la canasta pequeña, donde el jugador es el protagonista. Niños y niñas de 8 a 12 años que, de entrada, cuentan con una serie de derechos: "Jugar como un niño y no como un adulto, tener un entrenador cualificado, igualdad de oportunidades..." A partir de ahí, Raúl Barrera marcó una relación de objetivos generales y específicos. Entre los generales destacó el primero y fundamental, "que los niños disfruten", pero también conocerse entre ellos, educar en valores o implicar a las familias. Entre los específicos, el conocimiento del juego en todas sus facetas y el desarrollo de las cualidades físicas o de táctica individual. "Que conozcan el juego, que lo experimenten. Tenemos que formar jugadores inteligentes", afirmó.



El proceso de aprendizaje es largo y el técnico dividió un posible libro de juego para minibasket en cuatro capítulos. Primero están los juegos de ayuda, destinados a trabajar las habilidades motrices básicas desde la diversión: "Que se muevan, que corran y, sobre todo, que sonrían siempre". En segundo lugar, el trabajo de los fundamentos individuales ofensivos y defensivos, acostumbrar a los niños a los gestos del baloncesto; en definitiva, poner las bases para el tercer paso, más centrado en la táctica individual (con balón y sin balón). Desde el 1x1 al 2x2 o el 3x3... El cuarto y último apartado es el 5x5, situaciones reales de partido con normas para atacar o defender. Para Barrera, el mayor éxito de un entrenador de minibasket es que "si tengo 12 jugadores en el equipo, al final del año sigan los 12, como mínimo..." Para ello propuso entrenamientos divertidos y variados, "evitando la monotonía y corrigiendo sobre la marcha".

El libro de estilo crece con el entrenador y el ponente también mostró un libro de estilo para un equipo júnior de alto nivel con sistemas y ejercicios más elaborados, aunque manteniendo las líneas generales, como objetivos claros y variedad en el trabajo. "También los mayores quieren divertirse", apuntó, antes de contestar las dudas de los asistentes, que convirtieron la sesión en un interesante debate sobre el baloncesto de formación.

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