Defensa, mucha defensa, y, por encima de todo, formación. Ángel Jareño (en la imagen), Chema Buceta y Javier Fort coincidieron en el V Clinic de Navidad para entrenadores en formación organizado por la Escuela de Entrenadores de la FBM con la colaboración del Ayuntamiento de Alcobendas y el CB Alcobendas. Mismas ideas con estilos diferentes. Buceta habló de "anzuelos", de trampas defensivas para atrapar al contrario; Jareño analizó el juego desde la doble perspectiva ataque-defensa, y Fort mostró la construcción de una defensa individual, pero todos insistieron en que "hay que ir poco a poco, sin coger atajos".
Chema Buceta, histórico del baloncesto español, exseleccionador nacional femenino y experto en formación, abrió el clinic, celebrado en el pabellón Pedro Ferrándiz de Alcobendas, con una charla sobre La táctica como recurso ganador. Trabajo colectivo, pero siempre supeditado a la progresión del jugador. "A veces, el entrenador va más rápido que los chicos, pero hay que ir poco a poco. La táctica tiene que crecer al mismo tiempo que la técnica individual", sentenció. Con las bases puestas, la defensa puede convertirse en el primer paso para el ataque: "Se trata de no dejar hacer al equipo contrario, minimizar sus opciones, forzar errores y, a partir de ahí, atacar".
Chema Buceta con los jugadores del CB Alcobendas que le ayudaron en la primera charla del clinic.
Buceta comenzó con dos claves para una buena defensa, el 1x1 y el estudio del contrario. La información es poder y conocer cuál es la mano buena del atacante, su lado fuerte, es un arma para el defensor. También la anticipación, trabajar siempre por delante del atacante. Los conceptos teóricos pasaron a la práctica con la ayuda de jugadores del equipo infantil A del CB Alcobendas. "La defensa es es un trabajo de equipo con responsabilidad individual -dijo Buceta-, que tiene como objetivo provocar dudas en el contrario, crearle problemas". El técnico fue muy gráfico al comparar la táctica defensiva con un "anzuelo", un concepto que repitió durante la hora y media de charla, pero rompió tópicos al invitar a los jugadores a poner ellos mismos los anzuelos, porque "los jugadores son capaces de pensar por sí solos". Hubo más más apuntes, como la importancia del factor sorpresa y la corrección de detalles ("piernas flexionadas, brazos arriba...") mientras sobre la pista los jugadores realizaban ejercicios de 2x2 y 5x5 poniendo anzuelos, "situaciones aparentemente desordenadas para la defensa pero destinadas a que los atacantes cometan errores".
La segunda charla del miércoles se enfocó desde el lado contrario, el del ataque: cómo atacar una defensa en zona. Ángel Jareño, técnico con más de 30 años de experiencia desde sus inicios en el colegio Buen Consejo y el Real Madrid, empezó por lo más básico, por la definición de una defensa en zona, sus propósitos y sus tipos (2-3,1-2-2, 1-3-1...) e, igual que Buceta, basó todo en la formación de jugador: "La táctica es lo que más llama la atención, pero lo fundamental es la técnica individual". Por eso insistió en que la defensa en zona no se debe utilizar en edades tempranas: "porque no es buena ni para los que defienden ni para los que atacan, que se encuentran con un muro. Lo importante es que los jugadores mejoren, no coger atajos para ganar".
Dicho eso, la primera clave para atacar una zona es evitar que se forme. ¿Cómo? Con velocidad y presión, imprimiendo un ritmo rápido al partido. Si ya está formada, Jareño dictó tres reglas para atacarla: meter un jugador en la línea de fondo para forzar el 1x1, otro en el poste alto, "el punto más débil de todas las zonas", y acudir al rebote de ataque. A partir de ahí, hay detalles, como el movimiento continuo del balón para mover la defensa, la amenaza constante del tiro o la apertura del campo para crear espacios. Consignas sencillas, porque "a veces, volvemos locos a los chavales con tantos sistemas en lugar de ponerlos a jugar al baloncesto". La mejor prueba estuvo sobre la pista, en el 5x5, cuando solo con pases, sin botes, y siguiendo las instrucciones de Jareño, los atacantes rompieron la zona de sus rivales al segundo o tercer intento con una facilidad sorprendente.
Jareño repitió el jueves, esta vez con los principios básicos de una defensa de ajuste, un trabajo que, como indicó, solo se debe practicar cuando los jugadores están preparados, en la última etapa de la formación. Hasta los 13 años recomendó la defensa individual. Y, de nuevo, surgió la autocrítica: "Que los niños se lo pasen bien, que sean los protagonistas. A veces, los protagonistas queremos ser los entrenadores, que encima tomamos como modelo a los de arriba, a Pablo Laso, y nuestro verbo no es ganar, es formar".
Jareño se dirige a los entrenadores que acudieron al pabellón Pedro Ferrándiz de Alcobendas.
Igual que la víspera, el técnico basó su charla en reglas sencillas, que, en el caso de la defensa de ajustes, fueron tres: el defensor más cercano defiende el balón, la negación del pase al poste alto y el poste bajo, y los movimientos en sprint. A la hora de trabajar, el equipo se divide en dos. Por un lado, los dos pequeños, de los que uno defiende al balón y otro al poste alto; por otro, los tres de abajo, que defienden el balón, el poste bajo y el aro. Jareño aconsejó intercambiar las posiciones, sobre todo en categorías de formación, porque "especializamos a los jugadores demasiado pronto. Que todos jueguen de todo". Con doce o incluso trece jugadores en pista (los chavales del cadete B del CB Alcobendas más algunos voluntarios), repasó los movimientos defensivos insistiendo en aspectos como la comunicación, las ayudas y la coordinación. "La defensa se debe cerrar y abrir de forma colectiva, como un equipo", señaló. También hubo tiempo para recordar la responsabilidad colectiva en la lucha por el rebote o repasar la opciones más agresivas de defensa, como la presión en campo contrario.
El Clinic de Navidad tuvo como último ponente a Javier Fort, acompañado por el equipo infantil A del Rivas Ecópolis. De nuevo, la charla trató sobre la defensa; en este caso, sobre la construcción de una defensa individual. Una conferencia claramente enfocada a la formación, muy práctica y con una batería de ejercicios sobre cinco aspectos: el 1x1, la defensa de las líneas de pase, las ayudas, los cortes y el cierre del del rebote. Fort aconsejó trabajar la defensa en mediocampo y solo cuando está dominada pasar al campo contrario. "A todo campo hay más espacio que defender y el desgaste es mucho mayor", recordó. Para el 1x1, el técnico puso en práctica ejercicios de desplazamiento lateral, con o sin balón, con especial atención a la posición de las manos. Rutinas, cada vez con mayor ritmo, destinadas a "acostumbrar al jugador a que después de atacar tiene que defender".
Javier Fort, con las jugadoras del infantil A del Rivas Ecópois.
Del 1x1 se pasó al trabajo de las línea de pase, que tiene como uno de sus objetivos obligar al equipo contrario a que juegue lo más lejos posible del aro. Aparte de la correcta posición de las piernas o los brazos, Fort destacó la importancia de la vista, de la visión marginal, para anticiparse al contrario. Lo demostró sobre la pista con numerosos ejercicios en progresión, cada vez más completos. Lo mismo sucedió con el trabajo de las ayudas, en el que resaltó aspectos como la comunicación y la finta defensiva, y también marcó objetivos: "Hay que colocarse por delante del grande e intentar que los interiores reciban fuera de la zona". Antes de cerrar la charla y el clinic, Fort insistió en el paso a paso: "Primero hay que defender bien individual en mediocampo, luego ya hablaremos del saltar y cambiar o de la zona".