La primera parte del título está sacada de la conferencia de Rafael Peyró (en la foto), la segunda de la de Davor Matkovic... Junto a ellos, Daniel Gómez completó el trío de ponentes del VII Clinic de Pascua, organizado por la Escuela de Entrenadores de la FBM con la colaboración del Baloncesto Torrelodones y el colegio San Ignacio de Loyola. Un clinic que puso el foco en temas muy concretos, como la construcción de una defensa o el tiro tras parada, pero que, sobre todo, apostó por dedicar tiempo a la enseñanza de la técnica individual, tanto la mecánica como la toma de decisiones. Enseñar los fundamentos y también a pensar.
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Daniel Gómez, director técnico del Baloncesto Torrelodones, fue el encargado de abril el clinic, celebrado en el pabellón María de Villota del colegio San Ignacio de Loyola, con una conferencia sobre la construcción de una defensa en categorías de formación. Una charla, como las posteriores, basada en los fundamentos individuales, con ejercicios sencillos y con tres factores clave para construir la defensa: el 1x1 con balón y sin balón, el trabajo de ayudas defensivas y las rotaciones.
"La base de todo es el 1x1", sentenció Daniel Gómez, y lo puso en práctica sobre la pista, con la ayuda de jugadores cadetes del Baloncesto Torrelodones, con ejercicios para trabajar los desplazamientos defensivos o las distancias, y normas como "evitar los cambios por delante" o invitar a la agresividad: "Cuando te han ganado la ventaja es difícil recuperar, pero se puede hacer". Después de trabajar con balón, se pasó al 1x1 sin balón, empezando por un ejercicio de 1x1+1. "Que el defensor se mueva con el balón, hay que impedir el pase directo", indicó Daniel Gómez y, para ello dictó más normas: "Brazo en la línea de pase, cabeza en la línea de balón, pasos de esgrima..." Como en la defensa con balón, también hubo un apartado para el juego de espaldas al aro y cómo defender por delante.
La situación de Close out, recuperación defensiva desde la situación de ayuda, tuvo su capítulo aparte, antes de pasar a situaciones de defensas consecutivas, ejercicios más elaborados que englobaban al mismo tiempo varios aspectos del juego, como la defensa de línea de pase, las ayudas o el mismo Close out.
Tras dedicar gran parte de la charla al 1x1, Daniel Gómez progresó a un 2x2 con pasador para trabajar triángulos defensivos y el lado débil-lado fuerte, también incluyendo específicos para situaciones de espaldas al aro, y al 3x3, donde apareció la segunda ayuda defensiva. La construcción de la defensa continuó con conceptos cada vez más avanzados, poniendo el acento en la comunicación o la importancia de timing, y ejercicios a campo abierto para que intervinieran todos los jugadores. Así hasta el 4x4 y el 5x5, en el que el trabajo se complicó más con penetraciones hacia el centro y desventajas defensivas
Tal y como acabó la conferencia de Daniel Gómez, con un 5x5, comenzó la de Rafael Peyró. El veterano técnico tuvo siempre a todos sus jugadores en cancha en una charla que desde el principio fijó la importancia de los fundamentos individuales y de la creatividad. No solo de los jugadores, también de los entrenadores."Procurad no copiar. No va a funcionar. Crear vuestro propio juego. Todo está inventado, pero no vale con cogerlo y ya está. Hay que adaptarlo a lo que queréis", aconsejó a los numerosos técnicos en formación que acudieron a Torrelodones. "Que los jugadores estén concentrados al cien por cien en lo que están haciendo, y que conozcan lo que hacen, para qué lo hacen y cómo hay que hacerlo. Que estén pensando siempre en cómo obtener una ventaja o encontrar una solución", sentenció.
Para alcanzar ese objetivo es vital que el jugador conozca los fundamentos, pero "los fundamentos no son solo la parte mecánica, sino también la toma de decisiones. Un pequeño detalle hace que algo funcione o no. O dominan bien los fundamentos es muy difícil pasar a la siguiente fase del aprendizaje". Un aspecto muy importante es el campo de visión, que el jugador vea todo lo que sucede en la cancha: "Hay que controlar a los compañeros y también a los defensores". En una conferencia enfocada al ataque, Peyró afirmó que "el objetivo es crear problemas, amenazar a la defensa. Tenemos que conseguir que el defensa no nos presione y, si nos deja espacio, tirar... y, por supuesto, que el balón entre". Así, el técnico puso una serie de normas básicas, como acercarse a la canasta para intentar tener un tiro cómodo o no repetir siempre lo mismo, buscar alternativas, porque el defensor se acostumbra.
El clinic se celebró en el pabellón María de Villota del colegio San Ignacio de Loyola.
Cuatro conclusiones pusieron fin a la charla del miércoles: "Dominar bien los fundamentos, la parte mecánica y la toma de decisiones; recibir el balón en sitios donde pueda jugar; visión del espacio para controlar a los compañeros y los defensas, y no botar por botar, sino para avanzar a la canasta. A partir de eso, es fácil empezar a jugar. En cambio, si no lo consigues, es muy difícil llegar al 5x5". Peyró completó su charla el jueves, con la segunda parte, que incluyó más ejercicios (siempre con la cancha llena de jugadores), en los que se reforzaron conceptos como el campo de visión o convertir al atacante en una amenaza para la defensa. La vocación formativa quedó clara con más normas: "Movimiento del jugador y del balón, todo el mundo rota en todas las posiciones, todos reciben balones, todos juegan..." Y siempre en el punto de mira está la canasta, una meta a la que hay que llegar cuando antes, de forma muy incisiva y con el menor número de botes posible. Normas para un juego sin sistemas pero con una premisa fundamental e innegociable: "El jugador tiene que estar pensando constantemente en lo que sucede en la cancha".
Más específica fue la conferencia de Davor Matkovic, miembro del cuerpo técnico del Baloncesto Torrelodones y entrenador de formación desde hace dos décadas. Una charla dedicada al tiro a partir de la parada, pero que también tuvo como base la enseñanza de la técnica individual, algo para lo que Matkovic pidió "tiempo y paciencia. Muchas veces queremos resultados ayer, pero no se pueden tener ni ayer, ni hoy, ni mañana... Hace falta el tiempo necesario. Cuando en un equipo nadie sabe botar, pasar ni tirar bien, es nuestra obligación enseñarles y para hacerlo bien necesitamos tiempo".
Davor Matkovic mostró la enseñanza del tiro a partir de la parada.
Tras un llamamiento a la comunicación entre entrenadores y árbitros, "porque todos formamos parte de este maravilloso deporte", Matkovic inició el trabajo de las paradas con la ayuda de jugadores infantiles y de la cadete Alba Sánchez-Ramos. Ellos le ayudaron a resumir en apenas hora y media la evolución del aprendizaje desde un jugador benjamín hasta casi la edad sénior. Primero Matkovic mostró la parada en dos tiempos, con una atención especial a la posición del cuerpo y el equilibrio, porque "ningún deporte se juega sin equilibrio". Después, con ejercicios frente a canasta desde triple amenaza, con salida cruzada recta hacia canasta, "el camino más corto". Y, por último, con triple amenaza y salida en dos tiempos.
De la parada se pasó al tiro, donde Matkovic desmontó algunas teorías: "No hay ninguna diferencia entre el baloncesto masculino y el femenino. La técnica individual es la misma, no hay un tiro de chico y otro de chica. Hay que enseñar a todos por igual". Los infantiles se convirtieron en benjamines, sentados en el suelo, para mostrar la enseñanza del tiro en las edades más tempranas, cuando más que llegar a canasta importa adquirir buenos hábitos. "La técnica individual es muy aburrida, pero muy necesaria. Hace falta tiempo y paciencia", insistió Matkovic antes de acercarse al aro con una batería de ejercicios de arrancar, parar y tirar. Con dos botes, con tres, con cambio por delante, entre las piernas o por detrás... siempre cuidando el equilibrio y con movimientos naturales, nunca forzados.
No hay diferencia entre el tiro masculino y el femenino, y Alba Sánchez-Ramos lo confirmó.