El VIII Clinic de Navidad, organizado por la Escuela de Entrenadores de la FBM con la colaboración del CB Arganda y el Ayuntamiento de Arganda del Rey, reunió dos ingredientes clave del mejor baloncesto: la técnica individual y un juego rápido, dinámico. El miércoles 13, Piti Hurtado puso el ritmo (de pies, de pases, de partido...), mientras que José Luis Pichel se centró en la conversión de un pívot en alero. Lo hicieron, además, con interacciones en ambas charlas. El jueves, Daniel Gómez desgranó el juego de espaldas al aro, y Sergio Jiménez dos fundamentos individuales: el bote y el pase sobre bote.
Vídeos del clinic en BasketCantera.tv:
Piti Hurtado / José Luis Pichel
Daniel Gómez / Sergio Jiménez
Piti Hurtado, primer ponente del clinic, propuso una charla sobre ejercicios de entrenamiento con mucho ritmo. Pero, como apuntó, eso no significa "correr como diablos, sino ritmo de pies, ritmo de pases, ritmo de partido...". En su intervención inicial también aclaró que "el ritmo no tiene que ver con el número de puntos anotados".
Con la ayuda de jugadoras del CB Arganda, la sesión comenzó con ejercicios de pase. "El ritmo es hijo de la confianza, como casi todo...", señaló Hurtado ante las primeras dudas de las jugadoras. Y resaltó la importancia de la velocidad del pase en el buen juego de un equipo, con Lebron James como estereotipo. Tras el pase llegó el ritmo defensivo. Primero con ejercicios sencillos y después más complicados, insistiendo en todo momento en el ritmo y en la concentración, en "que debemos meternos por completo en el entrenamiento".
Piti Hurtado da instrucciones a las jugadoras del CB Arganda que le ayudaron.
El trabajo pasó a todo el campo con situaciones de 1x0 más 1x1, entradas a canasta más defensa. "Un ejercicio que se puede hacer con benjamines de segundo año y en el que se puede tener hasta a ocho jugadores en movimiento a la vez", apuntó Hurtado. Eso sí, en ese tipo de ejercicios, de máxima actividad, el técnico pidió cierta precaución, no más de ocho minutos a pleno rendimiento y siempre en función de las características de los jugadores, porque "hay que saber gestionar la duración de los ejercicios. Saber cómo llegan los jugadores a mitad del entrenamiento y cómo llegan al final. Saber cómo son".
La siguiente parada fuerron ejercicios de superioridad, en transición (primero) y en estático (después). Uno de los objetivos es que los jugadores sean capaces de mejorar su campo de visión, incluso de realizar pases que "hace 25 años eran un lujo". Y es que, según el técnico extremeño, "el jugador español de cantera se ha destacado en los últimos años por su capacidad táctica individual, por su capacidad de pase, por tener más respuestas..." Quizá el secreto está en que "no hay que pensar, hay que sentir", en los automatismos. La conferencia se enriqueció con la aportación de José Luis Pichel, el segundo ponente del día, que propuso un ejercicio de ritmo de tiro (Hurtado también participó después en su charla) y terminó con un 3x3 continuo. Algo más de un hora de conferencia que fue del ritmo de los pases (que influye directamente en el ritmo de juego) a la ocupación de espacios, pasando por el juego de pies.. En definitiva, "el ritmo que hay que meter al baloncesto".
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En su conferencia, José Luis Pichel trató un caso habitual: "¿Qué pasa si en las últimas etapas de su formación un jugador se queda pequeño para jugar de interior? Que le ponemos de tres... Es una situación simplista porque el tamaño es solo una variable entre muchas, pero nuestro trabajo es buscar el máximo rendimiento de un jugador, su mejor camino, y hay jugadores que tienen un desarrollo más exerior ". La conversión de pívot a alero es un largo proceso con tres partes. La primera y fundamental es el entrenamiento individual, dedicarle tiempo sin romper el ritmo de trabajo del equipo, pero también están el entrenamiento colectivo, los partidos y el aspecto mental del jugador, "quizá lo más difícil de cambiar porque no lo vemos".
Piti Hurtado y José Luis Pichel compartieron pista durante algunos minutos.
Dentro de ese trabajo individual, Pichel comenzó con aspectos básicos, pequeñas claves, y contó con la ayuda de Piti Hurtado para activar los reflejos de los jugadores mediante ejercicios de pases rápidos. En el camino de un rol a otro, lo más importante es que el jugador se sienta cómodo. Por eso es necesario ir poco a poco. Lo primero fueron ejercicios de recepción y tiro, con trucos y consejos como la adecuada posición de los pies. Después vinieron el traspiés y la unión de varias situaciones: bote, cambio, bote hacia atrás... El técnico insistió en la paciencia ("Estamos ante un proceso largo") y aconsejó no acortar plazos poniendo al jugador de base cuando todavía no domina los conceptos exteriores básicos.
La charla continuó enlazando estas situaciones con otras de potencia e intensidad, aunque también intentando llevar al antiguo pívot a su terreno mediante acciones a las que ya está acostubrado, como los reversos, las finalizaciones o situaciones de juego colectivo cómodas para él, como jugar de fuera a dentro. Pero también hay tareas pendientes, como los conceptos espaciales o aspectos defensivos, que sean capaces de defender a un exterior. Peldaños en un proceso que comienza con lo básico y sigue con lo específico. Ante todo Pichel aconsejó no confundir conceptos: "No hay que decirle que es mejor jugar por fuera que por dentro, sino que lo hacemos porque entendemos que es lo mejor para él".
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Si Pichel trató el paso de interior a exterior, Daniel Gómez se quedó en la pintura con su charla del jueves sobre el juego de espaldas al aro. El director técnico del Baloncesto Torrelodones contó con la ayuda de su jugador júnior Junior Tshunza y de chavales de la cantera del CB Arganda. La charla fue de lo más sencillo a lo más complicado, de situaciones para nivel 0 hasta las adecuadas para cadetes o júnior. "Un ejercicio simple se puede complicar y convertir en uno para un jugador de élite", apuntó el técnico. Eso sí, lo primero es dominar los fundamentos individuales: "Primero está el trabajo de coordinación, después la técnica individual simple y, a partir de ahí, crecer...". También hay que tener en cuenta el factor físico: "Con los jugadores grandes hay que tener más paciencia que con los pequeños porque tardan más en formarse técnicamente. El grande tiene muchos condicionantes físicos".
Daniel Gómez con los jugadores que le ayudaron en su conferencia.
Ya metidos en faena, Daniel Gómez empezó trabajando el equilibrio y el centro de gravedad, el control del cuerpo, mediante desplazamientos defensivos. Ejercicios en los que lo de menos era la finalización y lo más importante los detalles. Al desplazamiento se unió la parada y el tiro en medio gancho. Después de poner las bases, se empezó a trabajar en velocidad, mezclando situaciones, y en las finalizaciones cerca del aro. El siguiente paso es el trabajo de recepción cerca del aro, porque "si el jugador no recibe bien, no va a poder finalizar bien".
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La charla avanzó con situaciones de finalización en las que el defensor intenta anticiparse, situaciones de bloqueo directo, y de rebote... El objetivo último es meter carga táctica en el trabajo de técnica individual. Eso sí, Daniel Gómez recordó que con los más jóvenes solo hay que desgranar las situaciones básicas, ir paso a paso. "La clave para trabajar de espaldas al aro es la técnica individual y el trabajo de equilibrio y coordinacion. El segundo paso son las finalizaciones simples, y, a partir de ahí, se puede trabajar carga táctica", recordó.
La última conferencia corrió a cargo de Sergio Jiménez y se centró en la técnica individual; en concreto en el pase sobre bote. Nada más empezar, el actual entrenador del Óbila, de LEB Plata, destacó la "importancia de formar jugadores que tengan un gran dominio del balón, y a través de ese dominio sean capaces de leer el juego".
Sergio Jiménez destacó la importancia de la técnica individual.
La batería de ejercicios comenzó con uno de los fundamentos básicos, el bote. Con dos balones y alternando dos alturas, la de la rodilla y la del hombro. El objetivo es que los jugadores dominen el balón, y, sobre todo, que lo hagan bien. De ahí las numerosas correcciones en unos ejercicios que se complicaron poco a poco (botar hacia atrás sin mirar el balón, uno de los balones por detrás del cuerpo...). El siguiente objetivo fue ganar mucho espacio con un solo bote mediante ejercicios con cambios de dirección y siempre con la cabeza levantada, mirando todo el campo para leer el juego. Antes de saltar al pase sobre bote, Sergio Jiménez insistió en que "lo fundamental es hacerlo bien, aunque lo tengan que repetir mil veces", y aportó soluciones: "Impulsar el balón con la fuerza de la muñeca, el brazo totalmente extendido..."
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Solo cuanto los jugadores dominan todo lo anterior se pueden incorporar otros recursos, como el cambio de mano entre piernas, y, sobre todo, incorporar la técnica individual al juego de equipo. Sergio Jiménez comenzó a hacerlo con situaciones de 3x0 y 4x0 antes de pasar al 5x0. El técnico aconsejó emplear los ejercicios tanto en jugadores exteriores como en interiores, y, antes de terminar, insistió en la importancia de los fundamentos: "Todo parte de la técnica individual. Cuanto mejores sean nuestros jugadores, mejor será nuestro equipo. Si somos capaces de dedicar tiempo y trabajo a la técnica individual, el baloncesto será mejor y nuestros equipos crecerán".
Sergio Jiménez también contó con la ayuda de jugadores del club local.