Santiago Alejandro abrió con esta pregunta su charla sobre la alternancia de defensas en un partido. Porque lo primero son los objetivos, en este caso cuatro: generar un desajuste ofensivo constante, marcar el ritmo de juego según convenga (enloquecer el partido o dormirlo), matar ventajas del ataque y esconder cómo defendemos,
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Santago Alejandro repasó varias situaciones de partido en las que activar ese cambio, como los saques de fondo o banda, con el balón en juego (tras rebote defensivo o recuperación) o el saque de banda en mediocampo. Para todo ello hay que generar un 'guión', aprender a entrenarlo y, sobre todo,
De la defensa el clinic pasó al ataque... en concreto al ataque universal.
"Se trata de aportar a tu equipo unos conceptos de juego ofensivo que le permita atacar cualquier tipo de defensa. Que aprendan a dividir y doblar, el juego de penetración y espacios, a triangular, a no ocupar espacios similares...", explicó César Iglesias. Un libro de estilo flexible, que depende de las características de los jugadores y, en las categorías de fomación, de los conceptos que se deseen mejorar.
Lo más difícil, según el técnico, es
"que los jugadores aprendan a leer el juego. Hay que llegar con una estructura, pero enseñar fundamentos y conceptos es más rico que enseñar el sistema. No se trata solo de enseñar el qué sino, sobre todo, el cómo". César Iglesias ilustró su charla con ejemplos en vídeo e insistió:
"Que la gente no piense en un sistema, sino en lo que tiene entre manos, en el equipo que lleva y en lo que quiere trabajar". Eso sí, antes de terminar rompió una lanza por el trabajo defensivo:
"Los grandes partidos se ganan porque hay un plus defensivo. Cuando pensemos en un ataque universal debemos pensar cómo nos romperíamos a nosotros mismos ese ataque, debemos anticiparnos a la defensa".
La última charla del último clinic corrió a cargo de Guillermo Frutos, que se centró en la formación de los interiores.
"Hay dos extremos. Por un lado, rentabilizar a los interiores en la competición y no formarlos de manera integral. Por otro, el 'efecto Pau Gasol': formar a un interior, a un 2,10, como si fuera un exterior... En este caso podemos crear una frustración porque no todos los jugadores son Pau ni todos los entrenadores son Aíto". ¿La solución?
"Una cierta especialización no hace daño. Hay que buscar el punto medio, la coherencia técnico-táctica..."
Los ejemplos llegaron enseguida con vídeos de Gilad Levy (pívot de 2,15 de la cantera del Movistar Estudiantes) subiendo el balón para sacar un mismatch, o de Raquel Carrera, una de las grandes promesas del baloncesto femenino español, e incluso un slip the pick en el último torneo de Liga EBA de la FBM.
"Debemos encontrar el equilibrio entre lo técnico y lo táctico. No pasa nada por enseñar ganchos, por aprovechar las condiciones de los jugadores", concluyó Frutos.
Como en todos los clinics Baloncesto en casa de la FBM, el último tramo correspondió a las preguntas de los asistentes online, que resultaron igual de enriquecedoras que las charlas, con aspectos como las (cada vez más escasas) defensas en zona en la Liga Endesa o el trabajo diario.
"Lo más importante es sorprender, llegar al entrenamiento y que el jugador no sepa lo que va a pasar. Si no es así, terminan aburriéndose", aconsejó César Iglesias.