Lucía, Alba y Marcos, todos de la Generación del 98 y participantes en el Campus de Iscar 2011, nos cuentan en esta pequeña crónica, hecha por ellos mismos, su día a día en Iscar, introduciéndonos como si fuéramos participantes de este campus, narrándonos como se organizan, sus actividades habituales, que ejercicios y juegos están realizando, en definitiva, como están disfrutando de estos días de convivencia a través del baloncesto.

Nos levantamos todos con pelos de locos y caras de sueño preocupantes, tanto que hasta algún monitor se ha asustado al despertarnos. Hemos desayunado aún con las sábanas pegadas, y nos hemos ido a hacer la foto oficial con una camiseta que nos han regalado en el campus.

En el entrenamiento de la mañana, nos hemos dedicado a entrenar pases y finalizaciones. Al principio estábamos un poco perdidos, pero cuando hemos entrado en dinámica todo ha ido sobre ruedas. Después del duro entrenamiento tocaba un rato de refrescante baño y diversión en la piscina.

Al volver a la residencia, hemos disfrutado de unos riquísimos espaguetis, muslos de pollo y  fruta. Y por fin, un rato de descanso, tiempo libre en las habitaciones y momento de poder hablar con nuestros padres.  

Después hemos disfrutado una excitante clase de inglés, aprendiendo vocabulario relacionado al baloncesto. Nos han dividido en 6 grupos para poder trabajar mejor durante el resto del campus.

Luego tocaba merienda, un bollo de chocolate y una pera. Y a entrenar otra vez, trabajando nuestro tiro, y con diferentes estaciones especificas para mejorar bote, pase y tiro y finalizaciones. Hemos acabado haciendo un juego que consistía en coger el rebote costara lo que costara, luchando con todo el resto de compañeros, sin regla alguna para conseguir meter canasta. Hemos acabado molidos.

Volvimos a la residencia, para ducharnos y ponernos guapos antes de cenar. Con algún que otro incidente, al final terminamos con un heladito de postre.

Y para terminar el d ía, en la velada nos hemos dividido en 3 grupos. Los mayores han salido a jugar a "la bandera", y los pequeños al "oso pita". Unos voluntariosos 98 hemos dirigido la velada de los medianos, jugando a un juego haciendo sonidos de animales. ¡Qué bien nos lo hemos pasado!

Y ya hasta mañana, a descansar para empezar el día con más ganas aún que hoy.