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Las Jornadas de Babybasket, actividad organizada por la Federación de Baloncesto de Madrid para que los más pequeños (niños y niñas de 1º y 2º de Primaria) jueguen sus primeros partidos, abrieron su temporada 2017/18 el domingo 18 de noviembre en cuatro escenarios: el colegio Los Sauces de Alcobendas, Loeches, Pinto y el Centro Educativo Fuenllana de Móstoles. El último fin de semana del mes les tocará el turno al colegio Nile de Fuenlabrada, el Santo Domingo de Alcorcón, el instituto Veritas de Pozuelo de Alarcón, y los colegios Amorós, Ábaco y Nuestra Señora del Buen Consejo, en Madrid.
Jornadas de Babybasket en noviembre de 2018
El pabellón Sandra Aguilar de Pinto fue, un año más, uno de los escenarios más numerosos, con doce equipos repartidos en tres pistas y dos turnos de juego. El primero estuvo destinado a chavales de 2º de Primaria, el segundo a los de 1º, muchos de ellos en su primer partido y hasta en su primer año con un balón en las manos. Daniel Salinas, entrenador del colegio San Viator, calificó las Jornadas de Babybasket de la FBM como "una idea excelente para los peques porque es un fiesta del baloncesto, una buena manera de introducirse en este mundillo". Con solo "un simulacro de partido" disputado dos días antes, los niños del Sanvi se enteraron de que irían a Pinto el jueves "y empezaron a preguntarnos pero cómo, cuándo... No sé si habrán dormido algo. Están emocionados".
En el Pintobasket se unía el hecho de jugar en casa. Carlos Pérez, uno de sus entrenadores, señaló que "el Babybasket de la FBM es una muy buena forma de empezar, una oportunidad para que los chicos conozcan lo que es un partido, jugar al baloncesto y, sobre todo, que se enganchen". El técnico destacó el carácter no competitivo del babybasket, sin marcador ni actas: "Simplemente se trata de jugar, con unas pequeñas reglas pero con una permisibilidad casi total porque son los más pequeñitos, con seis o siete años. Para la mayoría es su primer partido y el primer año que juegan al baloncesto". El entrenador de Pintobasket reconoció que sus niños y niñas "estaban muy nerviosos. El otro día me preguntaban cómo era un partido, qué tenían que hacer, en qué canasta tenían que tirar [esa duda se repitió en varios equipos durante la mañana], no sabían nada..."
Una figura fundamental en el babybasket es la de los árbitros, todos ellos de la Federación de Baloncesto de Madrid. Pablo Ruiz, uno de los componente del trío arbitral de Pinto, comentó que "los babybasket me gustan bastante porque ayudan a que los niños más pequeños, que nunca han tenido contacto directo con el baloncesto prueben, jueguen, conozcan a otros niños... y al mismo tiempo demuestren lo que han aprendido durante la semana". La diferencia entre dirigir un partido de babybasket y cualquier otro "es abismal. Es otro mundo completamente distinto. Hay que dejar jugar, valorar lo que están haciendo y, sobre todo, que se diviertan. Ese es el objetivo".
Y junto a los niños, los más nerviosos eran los padres. Como los de Sara María, del Pintobasket, que jugaba su primer partido en su primer año de baloncesto: "Ella estaba nerviosa... y nosotros más. No paraba de preguntarnos cosas. La idea del Babybasket de la FBM nos encanta, está genial para ellos, para que vean lo que es un partido. Se lo está pasando muy bien y aprenden un montón de cosas, sobre todo los valores que transmite este deporte".
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