De menos a más. La selección cadete femenina empezó sufriendo contra Galicia, superó con comodidad a Navarra y en la tercera cita del Campeonato de España doblegó a uno de los grandes favoritos, Cataluña, por 57-50 en un encuentro plagado de calidad y emoción. El pasaporte a las semifinales aún no está asegurado, pero Madrid es la mejor colocada. Ganar a Castilla y León (sábado, 9:00 h.) significa ser primeras de grupo.
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Madrid 57 (15+17+11+14): Carmen Grande, Marta Hermida, María Conde, Lucía Fernández, Cecilia Muhate -cinco inicial- Nuria Román, Raquel García, Blanca Ruiz, Marta Sánchez, , Irene Vicente, Inés Mata, María Iglesias
Cataluña 50 (14+12+11+13): Laia Raventós, Andrea Pujol, Adelaida Rubio, María Martiáñez, Ana Isabel Portillo -cinco inicial- Clara Maspons, Laura Visa, Ainhoa López, Andrea Grau, Iho López, Anna Arola, Alba Herrero.
Árbitros: Belanche y Hurtado.
Llegaba el primero de los dos grandes retos de la selección femenina en esta primera fase, el duelo contra Cataluña, campeón en infantil hace dos años (el sábado toca Castilla y León, subcampeón entonces). Por detrás quedaban la sufrida victoria contra Galicia y la más cómoda ante Navarra. Por delante estaba la opción real de meterse en semifinales.
Carmen Grande sube el balón entre dos jugadoras de Cataluña.
Las catalanas demostraron su condición de favoritas desde el principio con un parcial de 0-5. Pero enseguida Lucía Fernández recortó distancias. Las chicas de Soledad Merino suplían su inferioridad en centímetros con un derroche físico. Como había anunciado la seleccionadora, se trataba de robar y correr hacia el aro contrario. Así lo hizo María Conde, que tuvo que ser frenada en falta. El trabajo defensivo daba sus frutos y una contra culminada por Cecilia Muhate dejó a Madrid a un paso (7-9). Con la defensa como arma, las madrileñas dieron la vuelta al marcador (13-11) y forzaron el tiempo muerto de Iván Torinos. Madrid siguió en ventaja, aunque mínima, al final del primer cuarto: 15-14.
El partido estaba en un pañuelo. Cataluña empató a 17 al minuto y medio, pero las madrileñas mantenían el pulso. No solo por fuera. También por dentro, donde Cecilia Muhate plantaba batalla a las pívots catalanas. Un triple de María Conde (20-18) confirmó que Madrid sabía jugar en todos los terrenos. A 4:13 para el descanso, las madrileñas, cada vez más cómodas sobre la pista, mandaban por 29-20 tras un 2+1 de Lucía Fernández. Desde el banquillo, Soledad Merino seguía insistendo: más defensa. No había que descuidar la guardia porque Cataluña era un enemigo muy peligroso. Lo demostró con un atisbo de reacción que las madrileñas cortaron a tiempo. Al descanso, 32-26.
Raquel García busca la penetración defendida por Clara Maspons.
Más de lo mismo en el tercer periodo. Las catalanas trataban de encontrar algún resquicio en la defensa madrileña, pero sus tres primeros ataques acabaron en agua y Madrid sí aprovechó las contras: 38-26 y tiempo muerto de Iván Torinos con menos de tres minutos de juego. La primera canasta catalana en esta segunda mitad fue de Andrea Pujol (38-28). A favor de Cataluña estaba la altura, que daba segundas o terceras opciones de tiro. A favor de Madrid, la determinación. En ataque y en defensa. Pero todavía quedaba mucho partido, como demostraron las catalanas con su reacción, liderada por Laia Raventós: 43-34 a 1:32 y 43-37 al final del tercer periodo. Sin embargo, tres canastas consecutivas (una de ellas de tres) lanzaron a Madrid nada más comenzar el último: 50-37 con ocho minutos y medio por delante. Llegaba la hora de la verdad. Lucía Fernández frenó un ataque catalán y Carmen Grande el siguiente. Cuando Laia Raventós anotó (52-41) ya solo quedaban seis minutos. Cataluña se acercaba peligrosamente y a 4:22, el marcador estaba en 52-44. Pero Madrid también sumaba, como con el (psicológico) triple de Carmen Grande. Tres puntos que mandaron a las madrileñas lejos del alcance de su rival. Las matemáticas aún dicen que no, pero las semifinales están cerca.
La catalana Iho López frena un ataque de Lucía Fernández.