Apoyado en su torre, el MVP Usman Garuba, y con el talento de exteriores como Kareem Queeley, Mario Nakic y Jorge Mejías, el Real Madrid conquistó por tercer año consecutivo el Torneo Fundación Leucemia y Linfoma, organizado por la FBM. Tras superar a la selección infantil y el Unicaja, los blancos se reencontraron por cuarto año consecutivo con el FC Barcelona, un adversario que peleó todo el partido, solo se descolgó al final del tercer cuarto e incluso dio algún susto antes del definitivo 88-70. La selección infantil de Madrid logró un sobresaliente tercer puesto por delante del Movistar Estudiantes, el Unicaja Málaga y el Vass Alcobendas.
Domingo 29
Final
REAL MADRID 88 - FC BARCELONA 70
Vídeo de la final en BasketCantera.tv
La final, cuarta consecutiva en el torneo entre los dos eternos rivales, comenzó a lo grande: con un intercambio de triples. Primero Kareem Queeley para el Real Madrid; acto seguido, Ziga Samar para el Barcelona. Y enseguida entró en escena otra de las estrellas del torneo, el MVP Usman Garuba. El triple de Lazar Zivanovic, que supuso el 8-3, indicó que el Real Madrid quería marcar las distancias desde el minuto uno, pero el Barcelona siempre es un rival de cuidado, y todavía más en un clásico. Se puso a uno (8-7) y estuvo a punto de dar la vuelta al marcador cuando Pau Carreño se jugó el físico para forzar la falta de Garuba. Todos los jugadores del Barça ofrecían lo mejor de si mismos ante un Madrid que empezaba a desplegar sus numerosos recursos ofensivos, como el triple de Jorge Mejías (12-9) o la penetración de Queeley (14-11). Era un Madrid-Barça en toda regla, con marcador apretado: 16-15... y 22-19 al final del primer cuarto.
Isaac Mayo (11 de valoración en el primer cuarto), Borja Fernández (autor del 22-21)... Los jugadores del Barcelona demostraban que podían plantarle cara a un Real Madrid que, eso sí, cuando llegaba en oleadas era un vendaval imparable. Pero esta vez el segundo cuarto no fue mortal, como en los dos encuentros anteriores. Es más, el Barcelona dio la vuelta al marcador, Borja Fernández hizo el 24-27 a 6:32 y Ziga Samar el 26-30 con un triple estratosférico. Por primera vez, el Madrid se veía por detrás en el marcador. Una experiencia nueva ante la que también había que saber reaccionar. Los blancos lo hicieron insistiendo una y otra vez, como en el rebote que capturó (tres veces) Zivanovic. Otro rebote ofensivo, este de Queeley, devolvió la ventaja al Madrid (31-30 a 4:20 para el descanso), pero un triple de Borja Fernández (15 puntos en la primera mitad) la inclinó de nuevo hacia el Barcelona (36-38 a 1:02). La final, un partidazo, llegó al descanso con mínima ventaja madrileña: 41-40.
Los blancos salieron del vestuario lanzados, de la mano de Queeley, y el Barcelona contraatacó con un triple de Pau Carreño. Ante el enorme poder ofensivo de Madrid, en busca de la escapada, los azulgrana oponían ritmo y riesgo, jugándose tiros casi imposibles que no siempre entraban. Por eso, poco a poco, el Madrid abrió la brecha (56-49 a 4:39), ampliada con el mate de Garuba. Toni Liria y Borja Fernández resistieron en primera instancia y a 2:16 el Madrid solo estaba cinco arriba (60-55), pero un bombardeo en esos dos minutos le permitió llegar al último tramo del partido con once (66-55). Con la diferencia creciendo ligeramente (71-57), el Barcelona más limitado en ataque que al principio y Garuba asegurando el rebote, los blancos caminaron hacia su cuarto torneo Fundación Leucemia y Linfoma, aunque en los minutos finales todavía tuvieron algún susto (75-68) por parte de un notable Barcelona, que compitió hasta el final.
Tercer y cuarto puesto
MOVISTAR ESTUDIANTES 84 - SELECCIÓN INFANTIL DE MADRID 88
Vídeo del partido en BasketCantera.tv
Todo un Movistar Estudiantes contra los mejores infantiles de la Comunidad de Madrid. El choque por el bronce comenzó con ventaja de la selección (8-12), pero dentro de una igualdad e intensidad propia de una final... aunque fuera por el tercer puesto. Era, además, el mejor ensayo posible para los seleccionados antes de la lista definitiva para el Campeonato de España, y los chicos dirigidos por de Javier Zamora eran conscientes de ello. El Estu no se quedaba atrás y respondía a cada golpe con otro de manera inmediata. Por eso, mediado el primer cuarto, el marcador ya estaba en 13-14, muchos puntos en un encuentro rápido e intenso, como demostró Pablo Rodrigo al lanzarse por todo a por el 13-16 o Jorge Monayong con el triple que empató a 22.
El primer cuarto se cerró con 22-24 y comenzó igual, con los infantiles un paso por delante gracias a su intensidad defensiva y velocidad a la contra, dos claves básicas del baloncesto, aunque no siempre utilizadas. Un claro ejemplo fue el 24-29 de David Rodríguez. Diego Martínez elevó aún más la diferencia y Julián Ruiz contestó enseguida. El partido era uno de los más rápidos del torneo, sin un segundo para el descanso. Nadie podía permitírselo, porque cuando llegó el intento de despegue de los infantiles, Pablo Berlanga y Pablo González lo evitaron: 31-33 a 6:27. Y poco después, fue Monayong quien dio la vuelta al marcador con seis puntos consecutivos. Como el Estudiantes-Barcelona del sábado, era un partido de rachas y los colegiales parecían haber cogido la buena. Una impresión errónea porque antes del descanso, la selección ya estaba otra vez ahí con el empate a 39 de Rubén López o el 41-41 de Héctor Alderete. Eso sí, esta vez fue el Estudiantes quien se marchó con dos puntos de ventaja.
La selección arrancó el tercer cuarto con todo un golpe de efecto, el mate de Rubén López que devolvió las tablas, pero el Estu no se dejó intimidar y encadenó un parcial de 6-0. Daba igual. Nadie podía escaparse. El Estudiantes cerraba líneas en defensa en torno a Zhiyao Zhang, pero ahí estaban Sdendry González y, sobre todo, un sensacional Rubén López, protagonista del tercer cuarto con 13 puntos. A 6:27, se mantenía un equilibrio casi absoluto (51-50), con un derroche de talento sobre la pista del Canal y los dos equipos volcados. La presión de los infantiles, cien por cien intensos, surtía efecto pero también dejaba huecos, como el que aprovechó Pablo Berlanga para el 53-56. Merecía la pena arriesgarse porque la selección llegó por delante al final del tercer periodo (59-63) y se mantuvo así al comienzo del último. El 2+1 de (¡cómo no!), Rubén López llevó a los infantiles siete arriba (61-68). El pívot de la selección también frenó la reacción colegial (67-72 a 6:38) y llevó a su equipo a los diez de ventaja (67-77 a 5:38). Y cuando no estaba Rubén López (30 puntos y 34 de valoración), aparecía un gran Alderete (16 puntos y 25 de valoración), o los demás componente de una selección infantil que se colgó el bronce con todo merecimiento.
5º y 6º puesto
VASS ALCOBENDAS 60 - UNICAJA MÁLAGA 67
El duelo por el quinto puesto comenzó con intensidad y con ventaja del Vass Alcobendas (6-0). Una sorpresa de salida que espoleó a los malagueños y dio paso a un toma y daca de un aro a otro. El Alcobendas aguantó e incluso se escapó hasta 12-4 con tres acciones consecutivas de Enrique Cordón, Pablo Santos (peleándose con los defensores) y Nicolás Matador (a la contra). El juego ágil de los alcobendenses creaba muchos apuros a un Unicaja que no daba con la fórmula para frenarlo. Y menos si Matador acertaba también desde lejos (15-5). Ante la efectividad madrileña, los malagueños parecían atascados al llegar a la zona y casi todos sus ataques acababan en tiros lejanos que no quería entrar. Por eso el Alcobendas llegó a disfrutar de un +14. Solo en los últimos minutos del primer cuarto, llegó la mejora y con ella el comienzo de la remontada: 25-18.
La reacción malagueña se prolongó en el segundo periodo con el 25-20 de Adrián Domínguez. El Unicaja ya tenía más soluciones ofensivas, entre ellas surtir de balones a Marcos Pérez, y el Alcobendas seguía en su línea de sorprender a la contra. Con estilos distintos, los dos equipos mantenían el partido abierto y atractivo para el público. El costa a costa de Alfonso León confirmó que el Unicaja estaba crecido, que ya no tenía nada que ver con el del principio del partido, y provocó el tiempo muerto de Ricardo Pomatta. Pese a la presión de su rival, empujado por la mejor versión de Francisco Montiel, el Alcobendas no renunció su estilo y eso le permitió mantenerse por delante durante unos minutos (31-25 a 5:41)... hasta que Roberto Merino empató a 31 bajo el aro. Alessandro Scariolo dio la primera ventaja a los malagueños, ya dueños del segundo cuarto, y lanzó a su equipo con cuatro puntos más en pocos segundos. El escolta llegó al descanso con 8 puntos y 12 de valoración, y el Unicaja con 34-40 tras un parcial a su favor de 9-22.
El tercer cuarto arrancó bloqueado, con los dos equipos intentado romper la resistencia de su rival. Montiel (Unicaja) y Carlos Díez (Alcobendas) lo hicieron, pero desde los tiros libres, en una prueba del atasco. Nadie salía de él, ni siquiera cuando se produjo un intercambio de golpes (Cordón y Merino). El Unicaja intentaba escaparse, pero el Alcobendas seguía agarrado al partido con el tiro desde la esquina de Jorge Oliva o la contra rematada por Díez (42-46). Hasta que, cuando más falta le hacía, Karim Johnson lanzó al Unicaja con cinco puntos seguidos y, a 2:54, Marcos Pérez puso a su equipo por encima de los diez (42-53). Ahí empezó a terminarse el partido. A ráfagas, sin ofrecer una clara sensación de superioridad pero con más recursos, el Unicaja se mantenía firme. La mejor prueba fue el 46-61 del tercer cuarto. En el último, el Alcobendas mejoró y buscó la remontada con acciones de carácter, como el vuelo de Héctor Figueroa o el 56-63 de Carlos Díez, e incluso con una presión en toda pista en los últimos tres minutos. Los alcobendenses llegaron a ponerse a cinco (58-63), pero el Unicaja conservó su ventaja.