DAVID GONZÁLEZ / DPTO. DE COMUNICACIÓN FBM
Fotos: Rocío Benítez
SEMIFINALES
Real Madrid 77 (23+10+14+30): Ismaila Diagne (6), Adrians Andzevs (10), Declan Duru (9), Mitar Bosnjakovic (21), Egor Demin (13) -cinco inicial- Hugo González (9), Asier Miguel (9), Ignacio Campoy y Daniil Stolbetskiy.
Uros de Rivas 82 (18+21+27+16): Eduardo Gómez, David Ávila (4), Álvaro Biersack (18), Claudiu-Rubén Bivolaru (18), Alberto Torres (7) -cinco inicial- Guillermo González (8), Eric Amandio Braz (13), Deyan Colado (3), Hugo Ortega, Pablo Mariñán (2), Maximiliano Solé (7) y Ethan McKane (2).
Árbitros: Villa y Rotero.
Acta digital en SWISH (NBN23)
La juventud y el descaro del Real Madrid contra la experiencia y solidez del Uros de Rivas. La primera semifinal enfrentaba a dos equipos de estilos opuestos en un encuentro que prometía mucho... y que cumplió con lo previsto. Se trataba de un choque muy físico, con fuertes defensas. Cinco puntos seguidos de Egor Demin (triple y mate) valieron para que el Madrid tomara una ligera ventaja (8-4) que se quedó en nada enseguida. El segundo intento de escapada (17-10 a 1:55) provocó el tiempo muerto del técnico ripense, Jesús Sala. El Madrid llevaba la iniciativa apoyado en el talento de sus jugadores, en especial el ruso Demin (ocho puntos a esas alturas) y el serbio Mitar Bosnjakovic. El rodillo blanco apretaba y sirvió para cerrar el primer cuarto con 23-18.
Pero el comienzo del segundo periodo cambió el rumbo del partido. Guillermo González se marcó un triple a los treinta segundos de empezar el segundo cuarto y poco después llegó el empate con los tiros libres del exmadridista Maximiliano Solé. El parcial ripense llegó hasta 0-12. Solé y Pablo Mariñán eran dos muros que frenaban las ofensivas de los blancos. El Madrid intentó reaccionar a base de músculo, el de Ismaila Diagne, y acortó distancias (28-32 a 3:50), aunque le costaba llegar más lejos ante un Uros con una plantilla muy amplia (Álvaro Biersack, Rubén Bivolaru...) que se mantuvo por delante al descanso: 33-39.
Los ripenses abrieron un poco más la brecha al empezar la segunda mitad. Solé tiró de oficio para superar a dos defensores blancos y firmar bajo el aro el +10 (35-45), una diferencia que, pese a los intentos del Madrid, se mantenía a cuatro minutos para el final del tercer periodo (42-53). El triple de Asier Miguel tuvo inmediata réplica con el de Eric Amandio en una nueva muestra de la solidez ripense y el encuentro llegó al último cuarto con 47-66.
Pese a la distancia en el marcador, el Madrid se lanzó en busca de la remontada. A falta de cinco minutos estaba por debajo de los diez (61-70, 63-72...) y cuando se puso a siete (65-72) Jesús Sala detuvo el crono. ¡Quedaba partido! Todavía más con el triplazo de Asier Miguel (68-73), el mate de Demin (70-75 a 2:01) y dos triples más, estos de Bosnjakovic (76-78 a 1:13). El encuentro entró en el último minuto totalmente abierto y solo se decidió por la sangre fria de los ripenses, en especial de Solé, que hizo valer el poder de la experiencia.
Sun Chlorella Dragons 68 (9+18+15+26): Adahi Usaola (4), Jaime Ayuso (4), Jorge Tarín (2), Pablo Choithramani (8), Javier Espinosa (3) -cinco inicial- Pelayo González Choren (8), Pablo Montesdeoca (9), Luis Fernández (6), Alejandro Larena (7), Matsvei Litouka (3), Rabby Tshayo y Ángel Gómez (14).
Movistar Estudiantes 109 (29+18+31+31): Miguel Sola (17), Pablo Orenga (8), Jaime Pérez (15), Marcos Pérez (3), Adrián Pérez (2) -cinco inicial- Máximo García-Plata (2), Lucas Giovanetti (14), Felipe Díaz (20), Pedro Robles (10), Manuel Villamandos (14) e Ignacio Rupérez (4).
Árbitros: Jano y Ortín.
Acta digital en SWISH (NBN23)
La segunda semifinal enfrentaba al Movistar Estudiantes con un Sun Chlorella Dragons que llegaba a la cita con numerosas ausencias, sin mucho que ver con el equipo que disputó la fase previa. Los colegiales, que venían de superar con claridad al BT, partían como favoritos y no tardaron en confirmarlo rompiendo el muro rival. Lo hicieron desde lejos, con los triples de Jaime Pérez y Miguel Sola, que pusieron el marcador en 2-8 a los tres minutos. Una distancia que aumentó con un parcial de 0-15 antes de que Luis Fernández transformara el triple. El 9-29 del primer cuarto marcaba distancias desde el principio.
El Sun Chlorella Dragons encontró algo más de margen en el segundo periodo con el triple de Alejandro Larena (14-33), las galopadas de Ángel Gómez o la canasta a aro pasado de Larena que incluso provocó el tiempo muerto de Mariano Arasa. Una pausa más para prevenir que para curar porque el Estu conservaba al mando y recuperó enseguida el +20 (21-41) apoyado en la amplitud de su plantilla. Arasa repartía minutos y cifras mientras los jóvenes jugadores del Sun Chlorella ofrecían detalles, muestras de talento y garra como la de Adahi Usaola volando hacia el aro para sacar la falta. Al descanso, todo seguía igual: 27-47.
La distancia se abrió más al comienzo del tercer periodo. El Estudiantes mantenía el ritmo de crucero con todos los jugadores sumando, mientras que el Sun Chlorella buscaba sus opciones, como el rebote ofensivo que ganó Ángel Gómez (37-68). Para los jugadores dirigidos por Adrián Sueiras se trataba de crecer, de sumar experiencias de cara a la temporada. Para el Estu, de afinar la maquinaria de cara a la final del domingo. El tercer cuarto terminó con un triple sobre la bocina de Usaola (42-78) y comenzó con dos puntos más de Pablo Montesdeoca. El triple de Montesdeoca, ya mediado el último cuarto, fue otro gesto de orgullo del Sun Chlorella que, pese a la distancia en el marcador, seguía combatiendo. El mate a una mano de Miguel Sola, otro síntoma de la superioridad de un Estudiantes que buscará su tercer título del Torneo de Liga EBA tras los de 2013 y 2017.