Se rozó la sorpresa en los dos primeros partidos del IV Torneo Liga EBA de la FBM. El Asefa Estudiantes y el Covibar Rivas amagaron pero no pudieron con los dos favoritos, el Real Canoe y el Euroconsult Alcobendas. En el primer encuentro, el Canoe se impuso al Estu por un punto (60-59). En el segundo, el Alcobendas al Covibar Rivas por dos (63-61). El domingo llegará la segunda jornada en Arganda. A las 11:00 h., Real Canoe-Eurocolegio Casvi y a las 13:00 h., Covibar Rivas-Real Madrid.
Real Canoe 60 (22+13-14+11): Rubén Martínez, Javi Pérez, Miguel Bustillo, Maxi Solé, Nacho Fort -cinco inicial- Guillermo Díaz, Borja Martínez, Guillermo Orenga, Álvaro Martín, Miki Pérez-Urruti, Chusan Domínguez, Adolfo Blanco.
Asefa Estudiantes 59 (16+14-18+11): Alejandro Ortiz, Fran Guerra, Guillermo Herrero, Edgar Vicedo, Álvaro Lobo -cinco inicial- Karl Niamamoukoko, Carlos Doz, Guillermo Ordás, Ander Martínez, Nicolás Bermúdez, David Sainsbury, Darío Brizuela.
Árbitros: Moreno y Zamorano.
Experiencia contra juventud para abrir el IV Torneo de Liga EBA de la FBM. El Real Canoe, campeón del grupo la pasada temporada y uno de los grandes favoritos esta, contra un Asefa Estudiantes cargado de jugadores de primer año como Edgar Vicedo, Ander Martínez y Darío Brizuela entre otros.
Javier Juárez, entrenador del Canoe, se tomó el ensayo de pretemporada muy en serio.
Un mate de Fran Guerra (3-4) fue la primera muestra de que los colegiales llegaban a Arganda dispuestos a demostrar su calidad. El pívot, que ya ha tenido minutos con el ACB, era la principal arma del Estu pero no era suficiente para frenar a un Canoe muy solvente atrás y demoledor a la contra. Nacho Fort, a aro pasado, adelantó a su equipo y Maxi Solé aprovechó un despiste defensivo para firmar el 9-5. Pese a que Chusan Domínguez tiraba de músculo, el Estudiantes no se rendía y dio la vuelta al marcador (13-14 a 4:05 para el descanso). El técnico colegial, Mariano de Pablos, reforzó el juego interior con Karl Niamamoukoko, pero un arreón del Canoe en los dos últimos minutos le concedió seis puntos de ventaja al final del primer cuarto (22-16).
Miki Pérez-Urruti y Álvaro Lobo, duelo de bases en Arganda del Rey.
Una contra culminada por Guillermo Ordás abrió el marcador del segundo cuarto cuando ya habían transcurrido casi dos minutos. El choque se mantenía equilibrado y Carlos Doz lo demostró con el 22-20. Chusan Domínguez rompió la sequía canoísta, pero un triple de Doz dejó a los colegiales a uno (24-23). Experiencia contra juventud y músculo contra velocidad. El resultado de ese doble duelo era un partido igualado y cada vez más tenso. Maxi Solé y Javi Pérez lideraron otra ofensiva del Canoe que le llevó hasta un 33-25 y Mariano de Pablos tuvo que pedir tiempo. El Estu supo aguantar y al descanso se llegó con ventaja del Canoe, pero escasa: 35-30.
La resistencia colegial tuvo su premio al comienzo del tercer cuarto con el empate a 35, pero ero el oficio canoísta volvió a servir para cobrar ventaja (41-35). A tirones, con muchos deberes por repasar antes del comienzo de la temporada, el Canoe seguía por delante ante un Estudiantes que oponía imaginación e improvisación, como un lanzamiento lejano de Vicedo (43-41), pero también cometía errores de principiante. Así las cosas, el marcador seguía ajustado (47-45, 48-48 y 49-48 al final del tercer periodo).
El tiempo pasaba y el Estudiantes rozaba la sorpresa. Nada más empezar el último cuarto se puso por delante (49-51) y durante más de cuatro minutos el marcador no se movió. Hasta que Rubén Martínez atrapó un rebote: 5:15 para el final y empate a 51. A 3:40, empate a 53. Más igualdad imposible. Borja Martínez movía al Canoe, Álvaro Lobo al Estudiantes. Un contragolpe culminado a la perfección por Vicedo devolvió las tablas (57-57) y Fran Guerra se colgó del aro para hacer el 57-59 a 1:46, Borja Martínez empató y se entró en el último minutos con un imprevisible empate a 59. Miki Pérez-Urruti anotó un tiro libre y con 18 segundos por delante la experiencia de su equipo se impuso a un Estu voluntarioso pero todavía algo inocente.
Darío Brizuela, rodeado de jugadores del Real Canoe.
Euroconsult Alcobendas 63 (12+18+14+19): Carlos Arjonilla, Diego Duro, Juanjo López, José Ángel García, Rubén Portes -cinco inicial- Daniel Yusta, César Cámara, Iván Domínguez, Javier Álvaro, Sergio Soria, José Saenz de Tejada, Pablo Rodríguez.
Covibar Rivas 61 (17+18+14+12): David Ajero, Javier Carpio, Javier Mulas, Carlos Cantero, Pablo Giménez -cinco inicial- Javi González, Miguel Zamora, Jorge Aguado, Hamadi Youssif, Yahya Ibrahim, Tristán Domecq, Pablo Mariñán.
Árbitros: Vázquez y Pereira.
El segundo partido prometía más de lo mismo: la experiencia del Alcobendas (campeón del torneo en 2011) contra un Covibar Rivas debutante en la categoría. Los alcobendenses presentaban un bloque basado en el de la temporada pasada con incorporaciones de calidad contrastada como la de Daniel Yusta. En los ripenses, un equipo combativo y tirador, con el sello de su técnico, Alberto Rubio.
El Covibar Rivas salió sin complejos y mandó en los primeros minutos (4-6). Pablo Giménez atrapó un rebote tras el lanzamiento de Carlos Cantero y aumentó la renta (4-8) frente a un Alcobendas algo sorprendido. El partido avanzaba rápido, de un lado a otro de la cancha, sin tiempos muertos. Bajo el aro destacaba la lucha entre Juanjo López y Javier Mulas; por fuera, el duelo entre Carlos Arjonilla y la pareja Carpio-Cantero. Aunque los que más se lucieron en el primer cuarto fueron Pablo Mariñán con un mate (9-10) y Miguel Zamora con un triple (10-17). Al final del primer cuarto, 12-17 para los ripenses.
El Alcobendas pisó el acelerador al comienzo del segundo cuarto con Daniel Yusta como referente bajo los tableros, pero el Covibar Rivas no cedía. Mariñán seguía en racha y su equipo mantenía una ligera renta (14-19 a 8:10 para el descanso). Pablo Rodríguez se unió a Yusta y la superioridad alcobendense en las alturas les permitió recortar. Diego Duro hizo el 19-20 a 6:50. La intensidad de los hombres de Alberto Rubio no era suficiente. Hacía falta más. Como el triple de Zamora (19-23). Los útimos minutos del segundo cuarto fueron un intercambio de triples (Cantero, Arjonilla...) que llevaron el marcador hasta un 30-35.
Rubén Portes, en la línea de tiros libres.
Tras el descanso, los dos equipos construyeron un muro atrás. No había quien entrara, y en dos minutos y medio apenas se sumó un punto (31-35). Javi González anotó los dos siguientes desde los tiros libres (31-37). Desde el mismo sitio recortó Rubén Portes. El encuentro estaba atascado. Mariñán lo abrió con un triple (33-40 a 6:24) y Pablo Rodríguez acabó definitivamente con la sequía al culminar un rebote. El partido se animaba un poco pero el marcador seguía exactamente igual, con el Covibar cinco arriba (35-40). Poco a poco, casi con cuentagotas, el Alcobendas recortó. Su defensa ofrecía menos resquicios, y, con 39-40, Alberto Rubio pidió tiempo. Hacía falta más paciencia. Javier Carpio la tuvo para cobrarse un 2+1, Arjonilla respondió con un triple, pero David Ajero firmó sobre la bocina el 44-49. De nuevo cinco de ventaja para el Covibar.
El Alcobendas-Covibar Rivas tuvo tensión en todas sus acciones.
El partido se jugaba en diez minutos. El Alcobendas no concedía apenas opciones en torno a su aro, pero en el contrario tampoco lo tenía fácil. Había que tirar de repertorio, de oficio. Arjonilla volvió a desatascar con un triple (49-51 a 7:40) y poco después un robo suyo dio ventaja al Alcobendas (52-51). Era la ocasión de los alcobendenses. Yusta amplió la ventaja, pero Ajero recortó a tiempo. El partido se acercaba al final metido en un pañuelo, con mínimas ventajas de unos y otros (56-55 y 56-57 tras un vuelo sin motor de Mariñán). En apenas unos segundos, el Alcobendas cobró cinco puntos (62-57) que los ripenses dejaron en uno (62-61) cuando se entraba en el último minuto. El Covibar llegó a los últimos diez segundos dos abajo (63-61) y el balón de Pablo Giménez bajo el aro no quiso entrar.