El Movistar Estudiantes confirmó la buena imagen que dejó en la eliminatoria previa frente al Uros de Rivas Bon Lar y se impuso al Real Madrid por 59-65 en su enfrentamiento del Torneo de Liga EBA de la FBM. Un marcador que deja en el aire la clasificación del Grupo B. A los colegiales les vale con perder por un máximo de cuatro puntos el viernes ante el NCS Alcobendas, pero tanto el Madrid (con un average global de +2) como el Alcobendas tienen opciones matemáticas de llegar hasta la final del domingo. El choque entre los eternos rivales siempre tuvo ventaja colegial, pero también emoción por los sucesivos intentos de los blancos. El acierto desde el exterior de Pablo Suárez (14 puntos, 4 de 6 en triples), la sangre fría del joven lituano Dovydas Giedraitis y la defensa de todo el equipo (con mención especial al chileno Ignacio Arroyo) pudieron con un Madrid liderado, una vez más, por Maxi Solé (14 puntos y 6 rebotes).
Horarios y resultados del IX Torneo de Liga EBA
Plantillas de los equipos participantes
JORNADA 2 (Grupo B). Miércoles 13 de septiembre
REAL MADRID 59 - MOVISTAR ESTUDIANTES 65
Vídeo del partido en BasketCantera.TV
El Real Madrid-Estudiantes no solo servía como ensayo para el comienzo de la temporada, también para su enfrentamiento de la primera jornada de liga, dentro de diez días en el Magariños. Y en estos casos nadie muestra todas sus cartas. Pero, ante todo, el Madrid-Estu es un clásico del baloncesto madrileño, con emoción e intensidad asegurada. Respecto a su debut en el torneo, los blancos recuperaban a Mario Nakic, convocado el domingo con el ACB.
Desde el comienzo, el choque mostró sus numerosos alicientes, como el duelo de bases entre dos de los nuevos, Zigar Samar (Real Madrid) y Dovydas Giedraitis (Estudiantes), o la presencia de tiradores de la talla de Charly Unanue (Madrid) y Pablo Suárez (Estu). Precisamente, el Sueco Suárez acertó desde lejos para abrir el marcador. El Madrid contratacó con su poderoso juego interior, Amar Sylla, Maxi Solé y Diego de Blas, y un mate de este último puso el 6-5 en un choque que ya desde el principio era de ida y vuelta. Con 8-9, Javier Juárez dio entrada a Nakic, pero una de las mejores armas del Estu (como en Rivas) estaba en la defensa, y, desde atrás, los colegiales abrieron la primera brecha justo en el ecuador del primer periodo. Bajo la dirección de Ignacio Arroyo, presionando desde la salida del balón, el Estu escaló hasta +8 (8-16) y, tras el tiempo muerto de Juárez, un triple de Andriy Grytsak llevó al +11 (8-19). El Madrid esbozó una ligera mejoría con el triple de Unanue, pero el primer cuarto se cerró con 11-21.
El Madrid salió del banco con otra cara y la presencia de Maxi Solé le dio un plus de experiencia, muy útil cuando hay que remar contracorriente. También aportaba el músculo de Heritier Ngalamulume junto a Sylla. Sin embargo, el Estu seguía a lo suyo, a defender y mirar al aro lo antes posible (14-24, una máxima de 17-31..), pero el camino tenía más espinas. La conexión Solé-Sylla (decisiva ante el Alcobendas) volvió a aparecer y el Madrid emprendió la remontada. El 25-31 en brillante jugada individual de Samar (parcial de 8-0) provocó el tiempo muerto de Javier Zamora. El Madrid tenía un aire completamente distinto al del principio. Con Kareem Queely como estilete, el conjunto blanco se acercó a tres (31-34), aunque David Sainsbury firmó el 31-36 con que se llegó al descanso.
El tercer periodo arrancó con un intercambio de golpes. Álex Tamayo, un jugador capaz de hacer todo, simbolizó la resistencia del Estudiantes con el 33-40, y el acierto exterior de Suárez dio otro estirón a su equipo: 33-46. Como al principio, el Madrid carecía de recursos para romper la defensa colegial, y el Estu recuperó su máxima de +14 (33-47) antes de que Solé tirara de su equipo. El partido llegó a sus últimos diez minutos con 41-50, ventaja que amplió un triple de Giedraitis nada más empezar. Ngalamulume recortó, pero la baja de Sylla, con un golpe en un tobillo, fue un mal presagio para el Madrid. Siguó un triple de Suárez (43-56)... y otro, que cortó el nuevo atisbo de reacción blanca (47-61 a 4:10). Quedaba el último: un bombardeo (triples de Unanue y Queeley...) y un parcial de 8-0 en un minuto: 55-61 a 1:47... El Madrid entró en el último minuto con 57-63, pero no acertó en el momento decisivo.