El Movistar Estudiantes fue el que más partidos del torneo disputó, cuatro, y los ganó todos: Uros de Rivas Bon Lar, Real Madrid, NCS Alcobendas y Eurocolegio Casvi. Un digno campeón para un extraordinario Torneo de Liga EBA de la FBM, que el Estu no ganaba desde 2013. Además, en la final contra el Casvi, los colegiales tuvieron que sobreponerse a la lesión de Dovydas Giedraitis nada más empezar. Lo hicieron con un gran trabajo colectivo en defensa y rebote (38 por 26 de su rival), y un Álex Tamayo determinante en ataque con 24 puntos. Fiel a su estilo, el Casvi peleó hasta el final, pero cedió por 70-74. Antes, en el partido que abría la última jornada, el Liceo Francés conquistó el tercer puesto al imponerse al Real Madrid por 62-55.
Horarios y resultados del IX Torneo de Liga EBA
Plantillas de los equipos participantes
Estadísticas en tiempo real (NBN23)
FINAL
EUROCOLEGIO CASVI 70 - MOVISTAR ESTUDIANTES 74
El Estudiantes salió lanzado con un triple de Dodydas Giedraitis marca de la casa. El Casvi, aparentemente más fuerte en el juego interior, contestó enseguida por medio de Mor Niang. El vibrante pulso entre los dos equipos tuvo un desafortunado paréntesis al minuto y medio de juego, la lesión del Giedraitis en un choque con un rival. Pese a la ausencia del lituano, el Estu no varió su estilo y un triple de Pablo Suárez aumentó la ventaja. El choque se jugaba a todo ritmo, con ataques muy rápidos, y el acierto colegial desde lejos (el segundo triple de Suárez) mantenía al Estudiantes por delante. Así las cosas, el técnico del Casvi, José Antonio Sánchez, también optó por correr a costa de ceder la superioridad aérea. La respuesta de los anfitriones llegó a base de velocidad, la de Eduardo Gómez para anotar cinco puntos seguidos (9-12 a 5:33) y también desde fuera: triple de Bassyrou Nguellé, 12-14. Cada balón valía oro y el intenso primer cuarto se cerró con 17-14 tras un parcial de 8-0
Ese parcial se amplió ligeramente en el segundo antes de que Álex Tamayo rompiera la sequía del Estudiantes. Aunque Guillermo González confirmó la solidez de Casvi, el Estu tenía otra cara: David Sainsbury se bregaba con Mor Niang, Tamayo (a la postre decisivo) acompañaba a Ignacio Arroyo para compensar la ausencia de Giedraitis, y Andriy Grytsak demostraba su faceta de tirador. Así, a 6:37, el marcador estaba en un pañuelo: 22-21. Cuando Arroyo y Sainsbury lo voltearon (22-25), José Antonio Sánchez paró el crono. Sin embargo, los colegiales estaban en racha y, pese a los intentos del Casvi (en especial, de Eduardo Gómez) se fueron al descanso con +5: 31-36.
Un parcial de 0-3 aumentó la ventaja colegial al empezar el tercero, aunque siempre dentro un choque muy intenso e igualado, como demostró el 2+1 de Edu Montiel: 34-39. La lucha era feroz en todos los frentes del juego, incluido el nuevo duelo bajo los tableros entre Mor Niang y Bernat Vanaclocha. Si Tamayo anotaba de tres, Guillermo González se lanzaba a por el aro. Sin embargo, el Estu tenía un punto más de acierto y una penetración de Tamayo, que asumió el peso del ataque, llevó la ventaja a +10 (36-46).
La final se ponía cuesta arriba para el Casvi frente a un Estudiantes muy sólido, sobre todo en defensa, que aguantó para llegar al último periodo con siete puntos de ventaja (45-52), que pudieron ser más sin el postrero triple de Alfonso Ortiz. Bajo el liderazgo de un sensacional Tamayo y con Grytsak y Sainsbury muy firmes por dentro, el Estu no cedió en el último, todo lo contrario (45-56, 47-58...). Pero el Casvi es un equipo eléctrico, de rachas, y todavía le quedaba la última. Guillermo González, Edu Montiel y Alfonso Ortiz metieron la sexta marcha, arriesgaron desde el triple y el marcador volvió a estrecharse: 54-58 a 4:50 a 61-63 a 3:25, 64-65 a 2:50... Un final de infarto y toda una prueba de madurez para el joven conjunto colegial. Un triple de Ignacio Arroyo supuso el 64-70 a 1:20, el Casvi se acercó a 68-70 cuando apenas quedaban 20 segundos, y los colegiales demostraron su sangre fría en los tiros libres.
TERCER Y CUARTO PUESTO
LICEO FRANCÉS 62 - REAL MADRID 55
Los dos equipos llegaban a la lucha por el bronce con novedades. En el Liceo se estenaba Aleksis Psychas (exCiudad de Móstoles); en el Madrid volvía Javier Salsón pero a cambio de la baja de Amar Sylla, lesionado en un tobillo ante el Estudiantes. Pero ante todo, era un choque inédito y con muchas incógnitas.
Fiel a su filosofía, el Liceo salió muy intenso en defensa. A favor del Madrid estaba el dominio del rebote, con Maxi Solé, Diego de Blas y el júnior de primer año Golden Dike Egun, eso sí, muy vigilado por Marcos Martín. Precisamente, Golden abrió el marcador para los blancos y Martín dio la réplica con un 2+1 tras falta de su rival. La entrada de Javier Salsón dio un plus al Madrid, pero el Liceo mantuvo la calma, estuvo más acertado por dentro (Martín, 7 puntos) y por fuera (Carlos Betes, 5) y se apuntó el primer cuarto por 16-8.
Más calmado, el Madrid mejoró ligeramente al comienzo del segundo periodo, pero seguía sin frenar a un Liceo acelerado bajo el ritmo de Nacho Iriarte y ahora con el debutante Psychas como referente interior. Precisamente, Iriarte se coló por el lateral para hacer el 22-12. El Liceo sabía perfectamente a lo que jugaba, a lo de siempre, y se marchó hasta una máxima ventaja de +14 (26-12). Al Madrid le quedaba el tiro (Mario Nakic, Diego de Blas...) y, sobre todo, el rebote de Salsón... Un triple de Nakic supuso el primer conato de reacción, y siguió otro de Jorge Viejo... Así el Madrid suavizó algo el panorama antes del descanso, al que se llegó con 31-22.
El despertar blanco tuvo continuidad después. Impulsados por la fuerza de Solé y Kareem Queeley, los blancos estrecharon el cerco ante un Liceo que seguía a lo suyo, a mirar a canasta lo antes posible. Los tiros no siempre entraban y, bajo el aro, el Madrid era superior, pero esa ventaja no se concretaba en ataque. De ahí el 37-26 a 5:33. Poco a poco, con Salsón como referente y, sobre todo, con un acertado Carlos Unanue (¡8 puntos seguidos, entre ellos dos triples!), los blancos redujeron distancias: 39-31 a 3:30, 43-44... Solo el triple sobre la bocina de Jorge Garzón dio ventaja al Liceo en el tercer periodo, un 46-44 que se amplió ligeramente nda más empezar el último. El bloque del Liceo, con un quinteto que se conoce de memoria (Iriarte, Garzón, Larragueta, Ortiz y Martín), resistía a un Madrid más heterogéneo, que dependía de la inspiración individual de sus jugadores, como la de Solé para hacer el 50-47. Un oportuno triple de Garzón supuso el 55-49 a 4:35. A 3 minutos para el final, el Liceo seguía aguantando (58-52). El triple de Martín (¡gran torneo el suyo) supuso el estirón definitivo, y la penetración de Iriarte (62-50) el broche final al notable torneo del recién ascendido Liceo.