Todos los partidos del XII Torneo de Liga EBA Memorial Juan Martín Caño
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A favor de los colegiales estaba la juventud y el atrevimiento; a favor del Pozuelo, la experiencia. El segundo periodo comenzó con un triple de Santiago Trouet, que lanzó al Estu ocho arriba, y continuó con la falta que sacó Chema Gil a base de oficio. Cada uno con sus armas buscaban hacerse con el partido. Mediado el segundo cuarto, el Estudiantes mantenía la iniciativa en el marcador (24-18) gracias a su mayor acierto. Los tiros del Pozuelo no entraban; sí lo hizo, en cambio, el del Luis Alonso que lanzó a su equipo. El Estudiantes estaba ante su oportunidad y la aprovechó para irse hasta 13 arriba (34-21) gracias a dos triples de Montero, aunque, tras el necesario tiempo muerto, el Pozuelo pudo recortar hasta el 38-30 del descanso.
En la segunda mitad, el Pozuelo apretó el ritmo apoyado en su sensacional pareja interior. El Estudiantes aguanté el envite y mantuvo las distancias durante algunos minutos (46-39 a 5:52). Un 2+1 de Pablo Orenga, previa asistencia de Michael Drame, llevó al 48-41 y un triple de Adrián Pérez al +10. Sin embargo, poco a poco, el poder interior del Pozuelo hizo efecto hasta el punto de enlazar un 0-12 dar la vuelta al marcador (51-53). El Estudiantes cortó la racha de su rival con dos triples consecutivos de Luis Alonso nada más empezar el último cuarto. Otra vez el atrevimiento de los jóvenes colegiales... En los minutos finales, el partido ganó (aún más) en intensidad, en gran medida por ajustado del marcador (57-56 a 3:30). Hasta que el Pozuelo apretó el ritmo... El mate de Chema Gil (56-72) dio alas a su equipo y la canasta de Alberto Arias le otorgó medio partdo. Aunque Drame puso emoción con un 2+1 a falta de 17 segundos, la experiencia del Pozuelo y, en especial, de sus torres gemelas resultó determinante.
Tras su victoria del viernes ante el Fuenlabrada, el Estudio buscaba una plaza en semifinales ante un Majadahonda recién ascendido a EBA y que se presentaba en el torneo con pocos cambios sobe la temporada pasada. De hecho, el cinco inicial no había ninguno. En el Estudio también se conocen de sobra y, por eso, el partido no parecía de pretemporada. Era un duelo entre dos bloques hechos, con jugadas de memoria, que comenzó con ventaja amarilla (5-12 a 4:37), pero se igualó enseguida: 14-16 al descanso.
El empate llegó nada más empezar el segundo periodo con el Majadahonda cada vez más metido en el encuentro. Un triple de Daniel Arranz puso en ventaja a los majariegos, aunque pronto llegó la réplica de un Estudio que, fiel a su manual de estilo, buscaba el efecto sorpresa, con ataques rápidos. Como en el 21-25 de Sergio Larragueta. Cuando los de Aravaca sumaron dos puntos más, Guillermo Ibáñez paró el crono. La reacción fue inmediata, con triples de Diego González y Dani Herreros (dos) y esta vez el tiempo muerto vino del otro lado. Al descanso, 34-40.
La segunda mitad arrancó con un 7-0 para el Majadahonda. Bien situados atrás, con Alejandro Arizón y Pablo Domínguez cerrando el camino al aro, los majariegos mostraban su mejor versión, la de un bloque sólido y compacto. Pero el Estudio también tenía sus armas, como los triples de Pablo Giménez y Pablo Serrano que volvieron a estrechar el marcador. El tercer cuarto tuvo mucho de correcalles y ahí, en su terreno, el Estudio sacó ventaja para llegar al último cuarto por delante: 52-57. La brecha se abrió ligeramente al comienzo del cuarto con el triple de Pep Mansilla y a 6:28 para el final, el Estudio ya estaba diez arriba (52-62), más cerca de las semifinales. Álex Herreros trató de impedirlo con un triple, pero otro Álex, Ortiz, lo anuló a los pocos segundos y, poco después, culminó una contra. Cuando peor lo tenía, el Majadahonda, sacó su mejor arma, los triples. Uno de Arizón, dos de Álex Herreros...y a dos puntos (70-72) con 1:39 por delante. Un final abierto, como casi todos los del torneo, que se llevó el Estudio gracias al tiro de Álex Ortiz, máximo anotador del encuentro con 18 puntos.
El último equipo en debutar en el torneo, el Baloncesto Alcalá, se medía en su feudo de Espartales a un Zentro Basket que cayó por un punto en la primera jornada ante el Uros de Rivas. El choque comenzó muy igualado (6-6) y marcado por las fuentes defensas. El Zentro Basket logró una ligera ventaja por medio de Víctor Li y el 2+1 de Gloire Goma la mantuvo (8-13). Pese a los intentos de los anfitriones, el primer cuarto terminó con ventaja de los jugadores dirigidos por Jorge Lorenzo: 14-18.
En el segundo, los locales aumentaron el ritmo y sacaron una de sus mejores armas, los triples. Así, a base de robar, correr y bombardear el aro contrario, dieron la vuelta al marcador (30-25 a 6:30). Cuando Álvaro Biersack elevó la distancia hasta 32-25, Jorge Lorenzo paró el crono en busca de soluciones. Adrián Sánchez Perdiguero consiguió una trabajada canasta, pero el Baloncesto Alcalá seguía a lo suyo. Con una firme defensa, liderada por Sergio Rodríguez, y un inspirado Ignacio González en ataque, la distancia creció poco a poco (36-27 a 3:57). El triple de Daniel de la Cruz y el vuelo de Óscar Méndez fueron los últimos golpes de los complutenses antes del descanso, al que llegaron con +12 (48-36) tras sumar 34 puntos en diez minutos.
El Zentro Basket mejoró en la reanudación y la mejor prueba fue el mate de Iván Correa. En minuto y medio, los de la capital ya estaban a seis (48-42). Pero, enfrente, el Baloncesto Alcalá continuaba mostrándose como un rival muy incómodo, que recuperó posiciones enseguida. El triple de Carlos Unanue, el quinto de su equipo, certificó esa recuperación y volvió a lanzar a los complutenses (62-48). Con 76-57 a falta de diez minutos, el partido ya parecía en sus manos.Y aún más con el comienzo del último, que incluyó dos mates de Amarilson Semedo. Instalado en los veinte de ventaja, el Baloncesto Alcalá disfrutó e hizo disfrutar a los suyos. El domingo competirá con el Uros de Rivas por el primer puesto del grupo C.