El Movistar Estudiantes conquistó el sábado 11 de mayo en Avilés su primer Campeonato de España júnior femenino. Un título histórico para la entidad, y para el baloncesto femenino madrileño, que, nada más llegar a la capital, jugadoras y técnicos celebraron junto a familiares, amigos y miembros o seguidores del club colegial en un punto emblemático, la fuente de los Delfines en la plaza de la República Argentina, muy cerca del instituto Ramiro de Maeztu.
Crónicas de las finales júnior
Allí, trofeo en mano, tras el cartel de campeonas (para que no quedarán dudas) y ayudadas por el buen tiempo, las colegiales cumplieron con la tradición y se bañaron en la fuente. Un grupo mezcla de dos generaciones, 2001 y 2002, con muchas jugadoras que ya fueron bronce en el Campeonato de España cadete y plata en el infantil. Quedaba el oro y se logró.
Y, al frente, en el banquillo, Víctor Barroso. "Llevan todo el día preguntándome qué se siente y aún no lo sé -afirmó en medio de la celebración-. Han sido partidos tan difíciles, tan competidos que no ha dado tiempo a nada más. Hemos empezado a darnos cuenta cuando hemos mirado el teléfono o las redes sociales. Es indescriptible la felicidad de las crías y la manera tan increíble como han competido, como han peleado".
El Estudiantes no llegaba a Avilés entre los teóricos favoritos, pero "en el momento que ganamos al Celta [57-58 en la fase de grupos] ya vi que era muy difícil ganarnos. Pensé que compitiendo así, a ver quién nos ganaba... Nos lo empezamos a creer y el equipo estaba muy serio. Quizá eso es lo que más nos ha sorprendido, su madurez, porque muchas de ellas son de primer año". Para Barroso, la victoria se debe "a la suma de todo. Son jugadoras que entienden lo que es Estudiantes, que han mamado Estudiantes. Es el compromiso, el equipo, la unidad... No se depende de una jugadora. Todas confían en todas. En la final, Bego [Begoña de Santiago] metió los puntos, pero el trabajo defensivo de todas fue sensacional. Todas suman". Precisamente, la MVP (25 puntos en la final) recordó que "la mayoría llevamos mucho tiempo juntas, tanto en las selecciones como en el Estu... ¡y ya tocaba!".
Si alguien conoce bien al grupo campeón de España es David Gallego, que dirigió a muchas de ellas durante cuatro años en categorías infantil y cadete. "Es un orgullo. No solo por las horas que has pasado con ellas, sino porque son ADN Estudiantes, por cómo han trabajado y se han sacrificado. Por eso me esperaba algo así. Ya cuando ganaron la fase final de Madrid jugaron muy bien. Un campeonato de España es muy difícil, pero sabía que podían llegar al último día con opciones". Para Gallego, a quien le espera dentro de una semana el campeonato cadete, la gran baza del equipo campeón de España es "la unidad, que llevan muchos años juntas, pero también y desde siempre, la defensa. La prueba es que solo le han hecho 36 puntos en una final de campeonato de España".
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