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El Madrid cae en la final júnior



Esta vez salió cruz. Real Madrid y Barcelona repitieron en el Campeonato de España la final de la Euroliga júnior. Si entonces se impuso el Madrid en la prórroga, en Granada le tocó al Barcelona. El encuentro comenzó igualado, pero los azulgranas lo rompieron con un tercer parcial de 11-25 gracias a su velocidad, acierto desde lejos (un total de 17 triples) y dominio del rebote. A partir de ese momento, la final fue del Barça, aunque la derrota en el último partido no empaña la gran temporada del Real Madrid. Fotos: Fundación CB Granada.

Estadísticas de la final


Real Madrid y Barcelona disputaban un partido de altísimo nivel, que comenzó muy igualado: 5-5 a los dos minutos de juego y 15-14 cuando habían transcurrido siete. Los azulgrana lograron una ligera ventaja (15-21) gracias a su mayor acierto (en especial de Ian Granja), lo que provocó el tiempo muerto de Mariano de Pablos. La reacción fue inmediata de la mano de Henri Veesaar y Juan Núñez y Konstantin Kostadinov. El Barcelona contraatacó a base de triples, aunque el que cerró el primer cuarto fue el de Urban Klavzar, el 25-28.

El trabajo defensivo del Barcelona ponía las cosas difíciles a un Madrid que multiplicaba sus soluciones en ataque: un alley oop de Veesaar, un triple de Ab Sediq Garuba o un contraataque mano a mano entre Nikolás Cebrián y Eli Ndiaye... A seis minutos para el descanso, el Barcelona mandaba por un mínimo 32-34. Kostadinov culminó la escalada, pero, junto después, el Barça reapareció con un rápido 0-7. Aunque el Madrid sacó más armas, como el triple de Tristan Vukcevic o la magia de Núñez, los rápidos ataques azulgranas y los rebotes ganados por el nigeriano James Nnaji llevaron al 43-51 del descanso.

El Barcelona amplió la ventaja nada más empezar la segunda mitad con un 0-7, incluido el décimo triple del equipo. La final se ponía cuesta arriba. Klavzar se inventó una valiosa canasta, pero el Barça no fallaba. De ahí el 46-66 a 4:50. Los ataques del Madrid empezaban a verse lastrados por el exceso de precipitación, mientras, en el otro aro, Nnaji continuaba haciendo daño. El Madrid seguía ahí, como demostraron la asistencia de Núñez a Vukcevic o el triple de este último, pero la final llegó al último cuarto con 54-76. Pese a la diferencia, el Madrid buscó la remontada. Pronto se vio que era una tarea imposible porque el Barcelona se mantenía firme en defensa y pleno de efectividad en ataque. Pese a acciones como el triple de Cebrián o la postrera asistencia de Núñez, la brecha creció hasta 55-90 (a 4:50) y el definitivo 63-102.

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